ABC

BARCELONA. El Ayuntamiento de Barcelona gestionó el año pasado 6.938 solicitudes del informe de disponibilidad de vivienda en 2007 para reagrupar a 11.296 personas. Se trata de uno de los requisitos que se tiene que presentar a la Delegación del Gobierno para que autorice el reagrupamiento. El Consistorio presentó ayer estos datos dentro del informe «Inmigración y reagrupamiento familiar: características demográficas y sociales de los solicitantes de reagrupamiento en la ciudad de Barcelona».

El informe concluye que más de la mitad de las peticiones corresponden a personas de cuatro nacionalidades: ecuatorianos (20%), chinos (13%), peruanos (10%) y pakistaníes (9%). Más de un tercio de las solicitudes se tramitaron para reagrupar sólo a los descendentes, una cuarta parte para el cónyuge y el 22% para el cónyuge con los hijos. El resto corresponden a reagrupamientos de ascendentes (12%) y otras combinaciones.

Por sexos, hay una ligera mayoría de hombres, aunque se registran diferencias por nacionalidad. Así, el 70% de los reagrupantes dominicanos y el 66% de los ecuatorianos son mujeres, mientras que el 98% de pakistaníes y el 69% de marroquíes son hombres.

El estudio sobre las características demográficas y sociales de los solicitantes de reagrupación en Barcelona concluye que la intención de reagrupar no viene dada por el tiempo de residencia, sino por la situación familiar que se deja en el país de origen.

La razón que más influye en la intención de traer familiares directos a España está relacionada con el trabajo, principal motivo de la emigración. Y esas intenciones de reagrupamiento son muy similares en todos los casos, sin que el origen nacional marque ninguna diferencia significativa.

Estos datos son las principales concluysiones de la jornada «Los retos de reagrupamiento familiar en el ámbito local», en la que se abordaron las visiones diversas sobre la familia y se presentaron experiencias de trabajo como el proyecto piloto de Acompañamiento en Núcleos Familiares Reagrupantes del distrito d´Horta – Guinardó. Este proyecto contempla el reagrupamiento desde meses antes de que se produzca, y continua cuando la familia se reencuentra. Según el Ayuntamiento, intenta «preparar y minimizar» los efectos negativos y potenciar los positivos del nuevo contexto.