Babel
Diario de noticias de Alava, 10-10-2008lAS noches cálidas salgo al patio de casa a ver las estrellas. No hay alumbrado, así que algunas se ven. Me siento en un escalón con la taza de té y escucho los sonidos del vecindario. Los días de buen tiempo todo el mundo deja las ventanas abiertas y compartes conversaciones con los de arriba, con los de enfrente
Aquí te enteras de todo Lo que se hable en castellano, porque idiomas se hablan unos cuantos. El patio de mi casa es particular pero está dentro de un patio interior del Casco Antiguo que se moja como los demás. Cuando salgo a tender la ropa, Yasmina asoma la nariz por la ventana del segundo piso de enfrente y llama a su hermano Vilar. Vilar aparece y me pregunta a grito pelado si he visto a su gato. Vive en el patio y ellos lo consideran propio, le echan comida y le hablan con cariño – Yo le tiro pinzas cuando no me ven porque a mí me chulea y la manía es mutua – . Vilar quiere ver a mi perro, así que lo llamo y le hago ponerse de pie para que lo vean por encima del vallado de bambú. Vilar coge en brazos a la pequeña Yasmina y todos tan contentos. Suena una voz de madre llamándoles en árabe, los niños me dicen adiós y se van a comer. El loro del vecino de arriba no hace más que silbar e imitar los sonidos de los móviles de todo el patio, hoy está un poco pesadito el animal, pero es obediente y cuando se oye el grito: “mecagüen el p – – – loro”, calla el loro Y el resto de los vecinos. Ahora empieza el reggeton y la chica que lo canta desde su casa. Cuando acaba, empiezan los flamencos de la Iglesia Evangelista a llenar el patio de melodías desgarradoras. Un día de estos me bajo a una misa gitana, ya me ha dicho Jero, el pastor, que vaya cuando quiera. Tudorica, mi vecino habla en rumano con su hermana, sale al patio a ver si están ya secos los peces que pescó el otro día y me regala un bicho enorme que tenía congelado para mí. ¿Cómo se cocinará esto? Una chica habla con acento suramericano en la repisa de la ventana, como no tenemos mucha cobertura dentro de las casas casi todos hacemos móvil – forum con los vecinos. Desde otra repisa se oye en castellano de la tierra llamar cosas muy feas a una tal Ainhoa que estuvo en la casa y que se fue sin pagar. Y desde las casas, la bronca de una madre a una niña en árabe, otra que le riñe a sus polluelos en un idioma del este, la de arriba les echa la bronca en perfecto castellano Todas las madres son iguales. Y todos los niños se agarran los mismos burros pero en diferentes idiomas
En fin, yo sigo pensando que lo más interesante de Vitoria es lo que no sale en los folletos y que la riqueza cultural que hoy día tenemos es eso: Riqueza.
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