madrid. El Ministerio del Interior está preparando un Plan Integral de Lucha contra la Trata de Personas con fines de explotación laboral que todavía está en fase “embrionaria” pero que, previsiblemente, se aprobará en 2009, anunció ayer la directora general de Integración de los Inmigrantes, Estrella Rodríguez.

Durante la presentación del libro La trata de personas con fines de explotación laboral , publicado por la Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM), Estrella Rodríguez explicó que el plan será similar al borrador presentado por el Ministerio de Igualdad contra la explotación sexual. El objetivo es aumentar las garantías jurídicas de las víctimas de la trata de personas con fines de explotación laboral.

Rodríguez avanzó que el plan incluirá “medidas policiales y sociales”, aunque no precisó mucho más porque “los ministerios implicados: Interior, Igualdad, Trabajo e Inmigración, Asuntos Exteriores y Justicia aún estamos presentando borradores con nuestras propuestas”.

Será “un instrumento de trabajo importante que permitirá la cooperación interministerial y una mayor colaboración con todas las organizaciones que están en contacto con este fenómeno y que saben detectar precozmente este problema y ayudar a las víctimas”, añadió Rodríguez.

El estudio sobre la explotación laboral pone de manifiesto que la trata de personas es una realidad en España, aunque su magnitud es muy difícil de determinar porque este delito internacional no está tipificado en el Código Penal.

Según la coautora del libro Konstantia Nikopoulou, en España pocas víctimas de la trata y la explotación laboral suelen denunciar su situación porque en su mayoría son inmigrantes con cargas familiares y dificultades económicas que están en una situación de vulnerabilidad.

Además son personas de bajo nivel formativo que desconocen los derechos laborales y que temen perder un trabajo necesario para mantener a su familia o para devolver la deuda contraída con la mafia que le trajo a España. La mayoría proceden de Sudamérica, Europa del Este y el África subsahariana, aunque también hay ciudadanos comunitarios, principalmente portugueses, búlgaros y rumanos, que se encuentran en situación de trata.