A diferencia de en Ceuta, donde el pasado martes una docena de subsaharianos intentaron de nuevo entrar ilegalmente saltando la valla ayudados con escaleras de madera, no se espera que en Melilla se repitan situaciones similares porque, «aunque siempre se mantiene la alerta», es casi imposible debido a la sirga tridimensional.

«Sin noticias» de que se hayan producido nuevos intentos de entrada ilegal en Melilla, el delegado del Gobierno insiste en que, para que se mantenga la misma tónica, sigue siendo «importantísima» la colaboración tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil con las fuerzas de seguridad de Marruecos «para controlar y prevenir cualquier asalto». Aunque la situación que reina ahora en el perímetro fronterizo es de «normalidad», Gregorio Escobar reconoce que los dispositivos de alerta se deben y tienen que mantener siempre activos para, precisamente, evitar cualquier intento por parte de inmigrantes ilegales.

Efectividad y seguridad

En todo caso, recordó que la idea de «recrecer» la valla fronteriza y el haber instalado una sirga tridimensional tiene como único objetivo impedir cualquier intento de entrada ilegal, «un obstáculo más efectivo pero, al mismo tiempo, menos lesivo». «Lo que siempre se ha querido es que ese obstáculo sea seguro pero que, en el caso de que alguna persona salte a la desesperada, preserve la seguridad para evitar los daños que ocasionaba la concertina», remarcó.