CARRERA A LA CASA BLANCA / Los estados clave (IV) / FLORIDA

«Que vote hasta el chino»

El Mundo, MANUEL AGUILERA CRISTOBAL. Especial para EL MUNDO, 08-10-2008

Hace ocho años la sospecha del fraude electoral se instaló en el estado ‘donde siempre brilla el sol’. Entonces Bush fue proclamado presidente por 537 votos frente a Al Gore ante la perpleja mirada de todo el mundo. Errores en las listas del censo, papeletas confusas, máquinas estropeadas… Un grupo de voluntarios se ha propuesto recuperar el brillo democrático y está buscando a los votantes hasta debajo de las piedras. El objetivo es que el 4 de noviembre todo el mundo acuda a las urnas.


«Que vote el latino, pero también el caribeño, el afroamericano y hasta el chino. El 4 de noviembre nos vamos a encargar de que todo el mundo vote en el sur de Florida». Puede parecer una obviedad, pero Carlos Pereira, director del Centro de Orientación al Inmigrante, sabe muy bien de lo que habla.


El vivió hace ocho años el caos de las elecciones presidenciales en este estado, en el que el condado de Palm Beach se llevó la palma. Allí hubo tal desbarajuste que algunos ciudadanos que querían votar por Al Gore lo hicieron por George W. Bush y viceversa. Estas últimas semanas, Pereira y los voluntarios de su organización han centrado sus esfuerzos en conseguir que los ciudadanos con derecho a votar se inscriban y puedan ejercer su derecho sin dificultad. El lunes se cerró el plazo, pero hasta el último segundo han perseguido a los inmigrantes con sus formularios.


El mejor lugar para ir a la caza del potencial votante despistado es la ceremonia de ciudadanía donde cientos de personas entran por una puerta como cubanos, venezolanos, colombianos u hondureños y salen por otra orgullosos de su nueva condición de estadounidenses. En el Miami Dade Auditorium, antes de que arranque el acto, Pereira adiestra a sus hombres y mujeres: «Tenéis que esperar a la salida, cuando ya hayan adoptado la ciudadanía estadounidense. Cercioraros de que los datos que aportan sean los correctos y coincidan con su carné de conducir o su tarjeta de la seguridad social».


Es la única forma de luchar contra una ley del estado de Florida denominada no match, no vote, según la cual el voto queda anulado si no coinciden exactamente los datos del censo electoral con los del documento de identidad.


El problema es que, casualmente o no, los más perjudicados por esta norma son los latinos. Al rellenar los formularios para darse de alta como electores suelen cometer dos errores impensables para un ciudadano de origen anglosajón. En primer lugar, tienen la costumbre de utilizar dos apellidos, mientras que en Estados Unidos sólo se utiliza el primero. Si escriben en su ficha los dos apellidos, su voto queda anulado. En segundo lugar, en Latinoamérica, al igual que en España, las fechas de nacimiento siguen el orden día, mes y año, mientras que en EEUU es mes, día y año. De nuevo, este error de lógica explicación es motivo suficiente para que el sufragio sea inválido.


La SVREP, una asociación para fomentar la información en la inscripción de los nuevos votantes, llevó a los Tribunales al estado de Florida para que esta ley fuera declarada inconstitucional después de los problemas que hubo en las presidenciales de 2000 y en los comicios para gobernador de 2002, los últimos en los que Jeff Bush salió elegido.


«En primera instancia nos dieron la razón y la ley fue derogada, pero el pasado junio el Tribunal de Apelación resucitó la no match, no vote, se lamenta Alvaro Fernández, director regional de la SVREP. «Lo peor es que el gobernador republicano no ha querido esperar a que pasaran las elecciones y hace tres semanas la ley volvió a entrar en vigor», añade. Pero el secretario de estado de Florida, Kurt S. Browning, ha restado importancia a las consecuencias de la aplicación de la no match, no vote, asegurando que como mucho podría afectar a 200 personas. «A nosotros 200 votos nos parecen muchos y más si se recuerda que en 2000 Bush ganó las elecciones por 537 votos, precisamente de Florida», aseguran Fernández y Pereira.


De momento, la restauración de la no match, no vote no ha afectado a 200, sino a 2.000 personas que han recibido en su domicilio una notificación en la que se les avisa de que los datos de su hoja de inscripción no coinciden con la identificación que posee el estado de Florida. «Lo más gracioso es que no te indican cuál es el dato incorrecto y muchos vuelven a rellenar el formulario con el mismo error», se desespera Alvaro Fernández.


Según los dos cazadores de votantes, 100.000 personas de raza negra se quedaron sin votar en el año 2000 en la ciudad de Miami. «Algunos nombres haitianos no se escriben igual en su país que aquí. Lo que provocó la anulación de muchos votos», explican.


Además, las autoridades utilizaron un filtro para eliminar a quienes tienen prohibido el sufragio, como quienes están cumpliendo condena. «Sin embargo, utilizaron una base de datos nacional y muchos ciudadanos de Florida cuyo nombre coincide con un convicto de otro Estado tuvieron problemas para ejercer el voto».


El remate de esta teoría de la conspiración contra el sufragio universal en Florida es un dato estadístico. «Hemos demostrado que el 65% de las personas que tuvieron problemas para votar hace ocho años eran de raza negra o hispana. ¿Tiene algo que ver que la mayoría de estos colectivos sean demócratas en una elevada proporción y que el poder del estado de Florida esté en manos de los republicanos? A la pregunta del periodista Fernández y Pereira se miran incomodados y responden al unísono: «Esa parte te la dejamos a ti».


Y es que los voluntarios que abordan a los nuevos ciudadanos de Estados Unidos en el Miami Dade Auditorium no le preguntan a nadie si va a entregar su voto a John McCain o a Barack Obama. Todos se encuentran eufóricos. Se habían marcado el objetivo de alcanzar los 8.000 nuevos votantes y ya han superado los 12.000. La mayoría de ellos son de origen latino. No hay más que echar un vistazo a la cola.


Preguntada sobre qué siente al ser desde ese momento una ciudadana de Estados Unidos, una anciana cubana, acompañada por su hijo, intenta explicar algo sobre la libertad que disfruta en el país norteamericano desde hace 10 años, al contrario que en la isla de donde procede. Y, sin embargo, se pone a llorar. Le da tiempo a decir que votará por McCain.


Con el plazo para la captación de nuevos inscritos cerrado desde el lunes pasado, los cazadores de votos se preparan para ser vigilantes el próximo 4 de noviembre. «Estaremos en todos los puntos conflictivos. Recomendamos a la gente que vaya temprano a votar, porque si surge un problema con el censo haya tiempo para reaccionar», comenta Pereira.


«En Lemon City, en Little Haití, siempre hay lío. Pondremos voluntarios a vigilar», añade. Ese día se espera que voten en Florida más de millón y medio de hispanos, pero el objetivo es que todo el mundo participe, «el latino, el caribeño, el afroamericano y hasta el chino».

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