El Ayuntamiento asegura que "todo fue fruto de la encerrona de los clientes a los policías"

gasco subraya que "unas doce personas, todos sudamericanos" rodearon y agredieron a los agentes

Diario de noticias de Gipuzkoa, a. paguey, 07-10-2008

donostia. El concejal de Seguridad Ciudadana de Donostia, Ernesto Gasco, afirmó ayer que durante los incidentes del bar Balaklava del domingo una menor “pudo” ser herida y que “su padre fue a buscarla al hospital”, aunque aseguró no saber cuáles fueron las causas de que la niña sufriera lesiones y subrayó que “no fue abandonada por nadie”.

El edil rechazó además cualquier responsabilidad por parte de la Guardia Municipal en las supuestas agresiones que se infligieron a la pareja detenida, Sandro y Araceli, y a la hija de 12 años de ésta, llamada Doris.

Así, aseguró que “la realidad es muy distinta” a como la cuentan los testigos de lo ocurrido, ya que, según su versión, los policías fueron atacados violentamente por los propietarios y los clientes del bar sin que mediara ninguna agresión previa.

Según su relato de los hechos, los vecinos llamaron al Ayuntamiento porque “un establecimiento regentado por ciudadanos sudamericanos emitía ruidos a las 14.00 horas del domingo a una intensidad altísima que no les permitía descansar”. Dos agentes de la Unidad de Control de las Ordenanzas Municipales (UCOM) se personaron entonces en el lugar, hicieron una medición en las viviendas y comprobaron que el índice de ruido del bar era “muy superior a lo permitido”. Por ello, los policías se dirigieron al establecimiento, en el que “había unas doce personas, todos de países sudamericanos”, reiteró.

encerrona de los clientes Según Gasco, los guardias se identificaron debidamente y la dueña del bar se negó a hacerlo, por lo que se entabló una discusión y “lo primero que hizo el acusado fue tirar por las escaleras a una agente y, posteriormente, golpear con una llave inglesa al otro”. En ese momento, el concejal aseguró que “todas las personas que estaban allí rodearon a los policías e intentaron agredirles” y que “todo lo demás fue fruto de la encerrona que hicieron los clientes de ese bar a los policías”.

Sin embargo, el responsable de la Guardia Municipal dijo que las patrullas sólo detuvieron a dos personas y no arrestaron ni tomaron declaración al resto de los que, supuestamente, participaron en la trifulca.

El edil donostiarra insistió en que el Balaklava tiene “denuncias diarias por ruidos” y consideró que “deberíamos saber qué tipo de bar es, qué tipo de clientela y con qué tipo de características mucho antes de intentar enjuiciar a las autoridades”. Gasco mostró además su preocupación porque “se extienda que aquí la gente campe con normas que no son propias de nuestra ciudad”, a lo que añadió que el comportamiento de las personas que regentan el establecimiento Balaklava “no es el habitual de los hosteleros de Donostia”. Por ello, advirtió de que no va a permitir “estos comportamientos, aunque en otros países se den”, y agregó que “hay bares de ciertas características que funcionan como funcionan”.

Respecto a los incidentes ocurridos y a las agresiones que denuncian los detenidos, Gasco afirmó: “No creo que tenga la menor importancia, lo que hay que hacer es un buen trabajo y apoyar a la Guardia Municipal porque, si cada vez que hay una actuación y salen agredidos se les pone en el juicio de las tribunas públicas, mal iremos”.

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