TRIBUNA BARCELONA / FORO DE OPINIÓN DE EL PERIÓDICO
Omar Azziman:"Todos debemos sentirnos inmigrantes"
Embajador de Marruecos en España, aboga por un enfoque humanista del fenómeno migratorio
El Periodico, , 07-10-2008SARA GONZÁLEZ / OCTAVI PLANELLS
BARCELONA
“El fenómeno de la migración ha acompañado a la humanidad en toda su trayectoria histórica”. Más allá de las cifras, la inmigración entendida como un proceso natural y legítimo para buscar una vida mejor fue el eje sobre el que giró la reflexión que el embajador de Marruecos en España, Omar Azziman, hizo ayer en el foro de opinión de EL PERIÓDICO. Hallar un punto de convergencia entre las necesidades del país de acogida, los imperativos de desarrollo del país de origen y los intereses de la persona que abandona su origen es, según Azziman, la clave para una gestión óptima de las migraciones.
El embajador consideró imprescindible adoptar una perspectiva histórica y geográfica, así como rechazar los dogmatismos y estereotipos para comprender este “perenne y planetario” fenómeno. “Todos debemos sentirnos inmigrantes”, destacó, ya que quien no lo es directamente tiene algún que otro pariente que sí lo fue. Huir de los planteamientos simplistas “que crean tensión y crispaciones inútiles” y evitar actuar bajo la influencia emocional “del prisma deformador de los dramas de la inmigración” son algunos de los imperativos que apuntó el embajador para abordar la cuestión.
FALSA RELACIÓN
Azziman también advirtió de que las confrontaciones políticas no ayudan a avanzar y exigió que se rompa “la falsa relación” que se hace de la inmigración con “la inseguridad y la delincuencia”. Admitió que se trata de un colectivo con una “tasa de patología social más elevada”, aunque argumentó que esta es fruto de la situación de marginación en la que se encuentran algunos inmigrantes. En este sentido, Rosa Cañadas, presidenta de la Fundación Tanja, una organización que trabaja para mejorar las relaciones entre España y Marruecos, afirmó que “es cruel” trazar una línea de división entre autóctonos y foráneos y reclamó una igualdad de derechos y de deberes.
La tolerancia y la convivencia, así como la igualdad y la no discriminación, son los valores de referencia que el diplomático apuntó para guiar la migración. “Hay que ver en la diversidad cultural una fuente de enriquecimiento”, afirmó el representante de Marruecos, quien añadió la necesidad de promover el diá-
logo intercultural desde la escuela y el trabajo. Azziman abogó por las políticas de integración y no de asimilación, ya que según su opinión estas últimas son un fracaso porque suponen el abandono de la identidad de origen. “No hay que borrar lo anterior, sino dar una nueva dimensión enriquecida. La identidad va y viene entre el yo y los otros, evoluciona y se adapta con el tiempo”, dijo, y añadió que el secreto está en encontrar un “punto de convergencia entre la cultura de origen y un zócalo de valores comunes”.
El embajador destacó que una migración bien organizada aporta ventajas a los países de origen y de acogida, así como a la persona que se traslada. Azziman afirmó que la inmigración organizada y concertada “se anuncia cada vez más prometedora” y que la ilegal solo significa problemas para las tres partes implicadas. La ayuda al desarrollo es, desde el punto de vista del diplomático, el factor que facilita la cooperación.
UN NUEVO ISLAM
El conferenciante aseguró que hablar del islam es inevitable cuando se hace referencia a las migraciones y destacó que “el llamado terrorismo islámico no tiene nada de musulmán”. Azziman expuso que el islam en Europa se encuentra en una “situación inédita”, puesto que está conviviendo en una sociedad laica y con una libertad de creencias garantizada, un hecho que pondrá en manos de las segundas generaciones de inmigrantes la oportunidad “de reformular el islam y adaptarlo al contexto europeo”.
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