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La Ertzaintza cree que la hija de la mujer asesinada en Santurtzi presenció el crimen

Deia, Gessamí Forner, 07-10-2008

bilbao. La hija de Iván P. y Doccas David, la mujer asesinada el domingo en Santurtzi a manos de su pareja, pudo haber presenciado el crimen, temen fuentes de la investigación. Cuando un compañero de trabajo del presunto homicida llegó a la vivienda de la pareja, se encontró el cadáver de la mujer y a una niña de tres años de edad paseando por la casa. Enseguida llamó a la Er – tzaintza. El detenido le había invitado a ir al lugar del crimen para pedirle un macabro favor: deshacerse del cuerpo, un favor que todavía desconocía cuando accedió al inmueble.

Doccas David jamás había denunciado a Iván P., y tampoco lo hicieron sus vecinos. “Siempre actuamos de oficio ante una llamada del entorno de la posible víctima”, recordaban ayer desde el Departamento de Interior. Pero sí constan dos denuncias por malos tratos contra Iván P. interpuestas por su primera esposa en 2004 y 2006, por lo que el juzgado decretó una orden de alejamiento para el hombre. Esta medida cautelar sólo se canceló cuando la afectada decidió regresar finalmente a su país de origen, la República Dominicana, dejando a cargo de los abuelos paternos su hijo en común con Iván, un niño de unos seis años.

No obstante, Doccas David sí acudió una vez a la comisaría de la Er – tzaintza. Fue al poco de iniciar su relación con Iván y fue para denunciar a la primera esposa. Ambas mujeres acabaron denunciándose mutuamente por una “interferencia en la relación”.

Iván P. y Doccas David se habían conocido en un burdel de la zona donde ella ejercía la prostitución. Era natural de Sierra Leona y tenía sólo 26 años cuando falleció a manos de su pareja en la mañana del domingo. Apareció maniatada de manos y pies con sus propias prendas de vestir. La autopsia no pudo confirmar ayer el estrangulamiento como causa de la muerte, pero confirmó que la agresión provocó el fallecimiento.

El Instituto Forense de Bilbao todavía está realizando pruebas para evaluar si la víctima murió de un ataque cardíaco, por ejemplo, mientras era estrangulada. También analizará si ingirió sustancias tóxicas, como drogas y alcohol. Estas pruebas también se le practicarán al detenido, quien explicó que antes de matarla tuvieron una “gran bronca” y que ella “también se defendió”, pero que al final la situación “se descontroló”. Fuentes cercanas apuntan a la ingesta de cocaína.

se retractó Iván P. utilizó varias horas para pensar qué hacía con el cuerpo. Finalmente, decidió deshacerse de él metiéndolo en el coche y luego despeñando el vehículo para intentar simular un accidente. Fue entonces cuando, antes de las 15.00 horas, llamó a un compañero de su trabajo, y éste a la Ertzaintza.

Cuando los agentes de la Policía vasca llegaron, interceptaron a Iván P., quien en un primer momento reconoció el asesinato, aunque en comisaría se retractó y dijo que sólo hablaría ante el juez.

La situación económica del arrestado es delicada, tiene varias deudas pendientes y su carácter es “inestable”, según fuentes de la investigación.

Tras evaluar la situación, la Diputación de Bizkaia se ha hecho cargo de la niña, hija de la preja, de corta edad. Además, el juez decidió, en la tarde de ayer, el ingreso en la prisión de Basauri de Iván P., después de que por la mañana pasara a disposición judicial.

Llamamiento a las mujeres inmigrantes

“Queremos hacer un llamamiento a todas las mujeres inmigrantes para que sepan que el Ayuntamiento de Santurtzi tiene los servicios suficientes para ayudarlas en una situación de violencia de género. Da igual si vienen de Santurtzi, de Madrid o de Sierra Leona. Que sepan que les vamos a ayudar”, quiso dejar claro ayer Blanca Estrella, presidenta de la asociación Clara Campoamor. Y no sólo eso, también hizo una llamada de urgencia al entorno de las víctimas: “Los vecinos, los padres, los profesores, el médico… todos tienen un rol mucho más importante del que creen a la hora de actuar, porque todos ellos pueden denunciar una situación de malos tratos”, recordó. Para facilitar esa tarea, desde Clara Campoamor trabajan codo con codo con los ayuntamientos de Santurtzi, Trapagaran, Arrigorriaga, Barakaldo y Gasteiz para asesorar al entorno de la víctima a la hora de interponer una denuncia y acompañarlos al juzgado, donde deben declarar como testigos. “Es una pena que con un ayuntamiento como el de Santurtzi, dispuesto a luchar con uñas y dientes contra la violencia de género, Doccas David no se atreviera a denunciar a su pareja”. >g. forner

Recomendación

“Da igual de dónde proceda la mujer, de Santurtzi o Sierra Leona, que sepa que la vamos a ayudar”

blanca estrella

Prta. de la asociación Clara Campoamor

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