Los expertos de Aído creen que los abortos duplican las cifras oficiales
El uso clandestino del fármaco misoprostol entre las inmigrantes dispara los falsos abortos «espontáneos»
La Razón, , 07-10-2008Rosa Serrano
madrid – España, con más de 100.000 interrupciones voluntarias del embarazo cada año, es uno de los países europeos con mayor tasa de abortos. Sin embargo, «las cifras oficiales no se corresponden con la realidad del número de abortos: probablemente tenemos el doble». Quien habla así no es el portavoz de una asociación pro vida ni de una agrupación de familias. Se trata de uno de los expertos de la comisión nombrada por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, para que analicen las legislaciones extranjeras y los datos disponibles para elaborar la nueva ley del aborto.
Mientras constata cómo países como Holanda, Bélgica y Francia, tienen leyes, a priori, más permisivas que la española, la comisión – a la que se ha tachado de parcial, puesto que ninguno de sus componentes es crítico con el aborto y, la mayoría, son afines al Gobierno – , también se ha dado cuenta de que los abortos clandestinos no han desaparecido en España.
Latinoamérica y África
«Hay un fármaco – cuenta el especialista, que prefiere no ser citado por su nombre – , llamado misoprostol. Es un remedio contra la úlcera, pero en Latinoamérica, y también en África, es muy conocido por provocar abortos». Se trata de un medicamento «fácil de conseguir de forma clandestina en internet, e incluso de forma legal en farmacias». Las mujeres que lo emplean suelen encontrarse en las primeras semanas del embarazo. Tras tomar las pastillas (por vía oral y vaginal) llegan con fuertes hemorragias al hospital. Son diagnosticadas de «aborto espontáneo», por lo que estas interrupciones del embarazo no son contabilizadas en las estadísticas oficiales.
José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), explica que «cuando una mujer llega al hospital sangrando y con el cuello del útero dilatado nadie puede saber si el aborto ha sido espontáneo o no. Es imposible saber si ha usado misoprostol».
Pero, ¿por qué, si casi todos los expertos – de todas las ideologías – coinciden en que el aborto en España es libre en la práctica, hay tantas mujeres que arriesgan su vida al ingerir fármacos no autorizados para abortar? La respuesta es sencilla. El misoprostol, también comercializado con el nombre de cytotec, es fácil de conseguir. Se vende, incluso, en locutorios regentados por inmigrantes.
Con miedo y sin dinero
Muchas mujeres extranjeras, en situación irregular en España, tienen miedo de acudir al sistema sanitario o no tienen dinero para costearse la interrupción del embarazo en una clínica privada, que no suele bajar de los 400 euros. Si se desangran y van a urgencias, saben que van a ser atendidas sin preguntas. «Tenemos una red sanitaria muy buena, y por eso no se ha detectado mortalidad entre las mujeres que han abusado del fármaco», dice el experto de la comisón de Igualdad.
Para este especialista, el abuso de este fármaco también responde a que la ley actual «genera inseguridad». Por un lado, «ha permitido que Morín hiciera abortos de hasta 28 semanas de gestación». Pero, por otro, al menos en teoría, se basa en unos supuestos: malformaciones, violación o peligro para la salud de la madre. Y éste es uno de los argumentos para la cada vez más probable «ley de plazos»: evitar los abortos «clandestinos».
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