Cerco a la prostitución en el Raval
ABC, 07-10-2008ÀLEX GUBERN
BARCELONA. Enquistada en el corazón del Raval, la prostitución pervive en Barcelona. Casi dos años después de la última macro – redada contra el proxenetismo en Ciutat Vella, la Policía Nacional atestó ayer un nuevo golpe a las redes de prostitución, con el registro de más de cinco pisos y la detención de 30 personas, entre chicas y proxenetas. Al cierre de esta edición, el operativo proseguía y se estaba a la espera de que se produjesen otros tres arrestos. La Policía Nacional dio por desarticulada la red.
Si el operativo de hace dos años desarmó las redes de prostitución que llenaron la Ronda de Sant Antoni de chicas rumanas, muchas de ellas con aspecto de ser menores, la redada de ayer incidió en el que se considera el último reducto de prostitución callejera en Ciutat Vella, en el tramo de la calle Sant Ramón entre Sant Pau y Marqués de Barberá. Según fuentes de la Policía Nacional se trata de redes completamente distintas, y si en 2006 la mayoría de detenidos en la operación Constanza era de nacionalidad rumana, en esta ocasión también hay implicados ciudadanos españoles, algunos de ellos de gitanos. Por dimensiones, una y otra operación tampoco son comparables: en 2006 se practicaron 24 registros y 110 detenciones. Ayer, se entró en pisos de la calle Carretes, Maria Aur_lia Capmany, Sant Ramón o Rambla del Raval, donde se incautaron importantes cantidades de dinero.
Si la dimensión es distinta, lo que no ha cambiado con respecto a hace dos años es la actitud de los vecinos, que volvieron a acoger con ambivalencia la redada, satisfechos por un lado por la «limpieza» practicada, cansados por otro de que la degradación y problemas que genera la prostitución estén asociados de manera permanente al Raval. Montse, «una vecina de toda la vida» de la calle Carretes – uno de los lugares precisamente donde se produjo un registro – , lamentaba rodeada de otras dos vecinas que «el barrio no levanta cabeza». «Entre las putas, los chulos y el menudeo de drogas, que no nos cansamos de denunciar, nunca nos quitaremos de encima la mala fama», terciaba pocos minutos después de que la policía se llevase esposado a un detenido. A su lado, otras dos vecinas arremetían contra lo que consideran falta de presencia policial a pie de calle.
Último reducto
La redada la llevó a cabo un operativo de la Guardia Urbana – en apoyo logístico – y la Policía Nacional, que ha hecho toda la investigación. Al tratarse de una red internacional y por el incumplimiento de las leyes de extranjería, los Mossos d´Esquadra volvieron a quedar al margen.
Desde que a principios de 2006 entrase en vigor la nueva ordenanza de Convivencia, y tras el golpe policial de noviembre de ese año, la presencia de prostitutas en el Raval casi ha desaparecido de su zona tradicional de la Ronda de Sant Antoni, si bien los vecinos han detectado en esta calle cierto rebrote de esta actividad, aunque de manera más puntual y discreta. Curiosamente, las prostitutas españolas parece que han recuperado su espacio después de que primero fuesen desplazadas por las suramericanas y después por las rumanas, con precios más baratos y una actitud mucho más descarada.
Así, y con la zona de Sant Antoni más o menos pacificada, sigue enquistado el núcleo clásico de prostitución de las calles Robador, Sant Pau y Sant Ramón, a tocar precisamente de lo que pretende ser un nuevo polo de desarrollo y normalización en la zona, con la progresiva, pero mucho más lenta de lo esperado, puesta en marcha de los equipamientos de la llamada Illa Robador: si hace pocas semanas abría el hotel de 4 estrellas de la cadena Barceló, el traslado de la Filmoteca de la Generalitat no se espera para antes de 2010, dos años después de lo anunciado.
Todo ello sucede en coincidencia con los planes, todavía no concretados, que tiene el distrito para dinamizar las zonas del Raval a las que no les ha alcanzado la bonanza que ha llegado con las universidades, los grandes museos y los bares de moda, como es el caso de la parte baja de la Rambla del Raval o la pastilla que hay entre esta misma vía y la Ronda de Sant Antoni, donde ayer por ejemplo se hicieron alguno de los registros.
El golpe policial a la prostitución callejera coincide con la denuncia que ha hecho la asociación de empresarios de clubes de alterne (Aceca), que alerta de que la práctica totalidad de los 200 locales que hay en Barcelona no pueden cumplir la nueva normativa que les regula, y que debe entrar en vigor en 2009. Desde los locales se advierte de la posibilidad de un traslado de las prostitutas desde los clubes obligados a cerrar hacia la calle.
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