Entre las resoluciones aprobadas en el debate del estado de la autonomía del 2007 y que están ya cumplidas se encuentra la aprobación de un plan de integración de la inmigración, así como la creación de los premios nacionales de la cultura gallega – el primero recayó en el arquitecto Gallego Jorreto – , el impulso a las reservas marinas en la pesca o la aprobación de un plan estratégico para los hospitales gallegos, que prevé una inversión de 1.300 millones de euros hasta el año 2013.

No obstante, otras iniciativas tuvieron un grado de cumplimiento muy desigual, como la relativa al traspaso a la Xunta de las competencias en materia de tráfico, seguridad marítima o los museos del Estado. Lo mismo ocurre con la declaración de nuevos parques naturales, como los de O Courel o Ancares. Medio Ambiente avanzó en ellos, pero todavía están pendientes de algún dictamen.

El plan de transporte metropolitano acaba de ver la luz, al igual que la agencia de la legalidad urbanística. Es más, incluso se cursó con éxito una iniciativa que pareció fantasiosa en su día: el impulso al sector aeroespacial gallego. En el último año Galicia logró poner en órbita su primer picosatélite.