Libertad en movimiento
Richard Loring trae su espectáculo cuyo mensaje final es la celebración de la democracia en Sudáfrica
El Universal, 06-10-2008sandra.licona@eluniversal.com.mx
Hace nueve años, en Robben Island, el lugar en el que Nelson Mandela estuvo prisionero durante 27 años, el productor inglés Richard Loring inició un proyecto artístico que se ha vuelto el más exitoso de Sudáfrica: African Footprint, un grupo multiétnico que congrega a actores y bailarines de los once grupos lingüísticos de este país (zulu y xhosa, entre otros), además de holandeses e ingleses.
Estos creadores han crecido en los barrios en los que se gestó el movimiento de liberación antiapartheid en el siglo XX, y se han formado en la danza y la música para crear un espectáculo “cuyo mensaje final es la celebración de la democracia en Sudáfrica”, señala en entrevista Richard Loring.
“Llevamos al público a los primeros tiempos de la creación, aunque es un recorrido histórico que además hace referencia a las pugnas raciales de los años 60 y 70, hasta llegar a la celebración de la democracia”, dice el director de la compañía que el próximo 14 de octubre se presentará en el Auditorio Nacional.
La base del show son los versos del poeta Don Mattera, originario de Sophiatown y declarado enemigo del apartheid, quien escribió: “Cuando salió el sol por primera vez nos encontró a nosotros, despiertos y esperando, mucho antes de que ellos llegaran a esta colina, nuestras huellas formaron el paisaje, domaron al búfalo, nos montamos en el viento, callamos el huracán. Míranos, nosotros hemos estado aquí antes”, narra Loring.
Pero en medio del espectáculo también está presente, de manera metafórica, Mandela, “a través de su compasión y amor hacia la gente, y en el hecho de que pudo, después de tantos años en la cárcel, salir y aceptar a todo el mundo como iguales”.
Aunque ese no es el único mensaje, hay un momento en el espectáculo en el que aparecen dos personas en la cárcel: un hombre blanco y un hombre negro, a veces son los dos blancos, o los dos negros, y empiezan a pelear; es una coreografía contemporánea que surge del enojo y la frustración, pero en un momento se dan cuenta de que tienen que compartir esta vida y que más vale sean amigos.
“Cerca de 250 jóvenes han salido en el espectáculo y en ocasiones, con las personas de hace 9 años, han formado sus propias escuelas de baile y sus propios negocios, generando sus propias oportunidades”, cuenta Loring.
—¿A nueve años de que se creó el grupo cuál ha sido su mayor enseñanza?
—Que todo es posible, a pesar de los cínicos, los críticos y la gente que no quiere que suceda. El éxito sólo es benéfico cuando se comparte con mucha gente, expresa.
—¿Qué impacto ha tenido el grupo en la sociedad sudafricana en general?
—Sería muy difícil que alguien no se identificara con el sueño del espectáculo. Hemos armado algo que da esperanza a la gente. No tenemos subsidios del gobierno, recibimos ayuda de la Agencia Turística cuando empezamos, para filmar un documental y para nuestra primera gira por China, pero nada más, así que podemos ser muy críticos, nadie controla el proceso creativo y la toma de decisiones.
—¿Tendrán una presencia en el próximo Mundial de Futbol que tendrá lugar en Johannesburgo?
—Estoy seguro de que vamos a participar de alguna manera , pero en este momento todo mundo está pensando en que procesos creativos van a usar, sin embargo, lo más importante es que ya tenemos reservado el teatro principal de Johannesburgo para 2010 (el Lyric Theatre), eso quiere decir que aunque no nos contemplen para la ceremonia inaugural o en otros eventos, tendremos nuestra propia plataforma para bailar delante de todos los invitados internacionales que van a llegar.
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