Lampedusa, la puerta de Europa por el Mediterráneo
Casi 20.000 inmigrantes han alcanzado la isla italiana en 2008
La Razón, , 05-10-2008Darío Menor
roma – Lampedusa, una pequeña isla de poco más de 20 kilómetros cuadrados situada en el centro del Mediterráneo, vive un goteo de embarcaciones cargadas con inmigrantes similar al que sufren las Canarias. Desde principios de año hasta el pasado 10 de septiembre han arribado a sus costas 19.027 personas, una cantidad que crece continuamente y que a finales de año podría doblar el total de 2007, cuando desembarcaron 11.479 «sin papeles».
La mayoría de las embarcaciones que parten de Libia y se dirigen a Lampedusa transportan entre 60 y 70 inmigrantes, pero también las hay más grandes. Se han registrado varias que superan la capacidad del célebre cayuco que llegó el pasado lunes a Tenerife con 229 personas.
En Lampedusa nadie se sorprende ya cuando aparecen barcos así. El que descubrió la guardia costera el pasado 10 de septiembre medía 15 metros, transportaba casi 350 personas y pasó casi desapercibido para los medios de comunicación. Igual ocurrió el viernes de la semana pasada, cuando una nave de la Marina italiana socorrió y llevó a Lampedusa a los 300 inmigrantes que llevaba una gran barcaza.
Clima y política
Fabiola Brignone, responsable del proyecto de Cruz Roja Italiana que acoge a los «sin papeles» que llegan a la pequeña isla, considera que no existe una tendencia a utilizar barcos cada vez más grandes. «La capacidad depende de la disponibilidad de los cayucos que hay en la costa. Arriban también más pequeños, de entre 30 y 40 personas», apunta.
Lo mismo sostienen fuentes de la Marina, que añaden la importancia del factor meteorológico, así como de los condicionantes políticos, para explicar los cambios en el flujo migratorio.
El cambio que sí ha percibido Brignone en la llegada de «sin papeles» es que cada vez son más las mujeres y los menores.
Nigerianas y somalíes
Los niños y adolescentes, según los datos de 2007, provenían en un 97 por ciento de Egipto. «Muchos ni siquiera saben cómo emigrar legalmente y optan por cruzar el Mediterráneo así». Las mujeres son sobre todo de Nigeria, Somalia y otras zonas de conflicto.
A la odisea a veces mortal, las inmigrantes deben sumar los abusos sexuales que sufren ocho de cada diez féminas que llegan a la isla italiana. Las violaciones se realizan en el trayecto de sus países hasta Libia o mientras esperan a que partan las embarcaciones. «De esta manera, a algunas mujeres les rebajan algo los 5.000 dólares que cuesta el trayecto hasta Lampedusa».
La inmigración hacia Italia cruzando el Mediterráneo subió un grado de dramatismo en el mes de mayo del año pasado, cuando 27 africanos sobrevivieron durante tres días agarrados a una red de pesca de atún sin apenas alimento. Tras la rotura del motor de su embarcación, los clandestinos fueron a la deriva hasta que los encontró un pesquero maltés, que les prohibió subir a bordo pero les dejó que se agarrasen a sus redes. Allí permanecieron durante tres días, hasta que el Gobierno italiano intervino y envió un barco de la Marina para que rescatara a los inmigrantes, que fueron conducidos precisamente a Lampedusa.
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