Inmigrantes integrados

ABC, 05-10-2008

Según un reciente trabajo de campo de la Universitat Ramon Llull (URL) a petición del Consell de l´Audiovisual (CAC), los inmigrantes «pasan» de los medios de comunicación locales y no se interesan en ellos, ni en sus informaciones y ni en sus puntos de vista

Una vez más queda claro que el proceso de integración de los inmigrantes encuentra en esta actitud una traba que sólo suma dificultades y que contribuye a que el gueto siga solidificándose en el corazón de nuestra sociedad. El estudio afirma que los inmigrantes africanos y asiáticos son los que más dan la espalda a los medios de comunicación catalanes, no se interesan por los medios escritos – salvo por los periódicos gratuitos – y prefieren ver la televisión de su país de origen gracias a las antenas – paellas que inunda los barrios de la ciudad.

En la actualidad hay más de un programa de radio y televisión en idioma extranjero – árabe, chino, japonés – , eso sin contar los espacios que intentan una aproximación de los catalanes hacia los nuevos residentes, como «Karàkia» o «Els altres catalans» – que no parecen interesar a los inmigrantes – ni esas radios especializadas en el mundo latino. ¿El resultado?Un completo aislamiento de los medios de comunicación en lengua catalana.

Es lógico suponer que para esas familias que siguen aferradas a su terruño virtual el único punto de contacto con el entorno lo conforma la generación más joven, los hijos o los nietos escolarizados, aspecto que el estudio reafirma al comprobar que los inmigrantes de segunda generación utilizan los medios de comunicación locales de manera similar a la de otros jóvenes españoles de su edad. En el caso de los hispanoamericanos, el consumo vía satélite se mezcla con el de cadenas españolas (Antena 3 es la preferida, seguida de Tele 5 y TVE1), pero la televisión autonómica catalana se ubica en un penoso sexto lugar (el 12,7 por cien de los encuestados la ve esporádicamente).

Con la radio sucede algo parecido, ya que muchas emisoras de los países de origen se pueden sintonizar fácilmente a través de internet, aunque, al existir en España programas especializados – casi todos musicales – , el consumo de cadenas radiofónicas locales es superior al caso televisivo. Queda claro, según el informe, que muchos extranjeros consideran que los medios de comunicación autóctonos ofrecen una imagen poco fiel del colectivo. Hoy, más que nunca, haría falta que el Govern invirtiera en una campaña de divulgación para conseguir que los medios locales se pusieran al servicio de una integración que se hace cada vez más urgente. Además, la prensa catalana debería estimular la imaginación para llamar la atención de este colectivo aproximándose a su realidad sin prejuicios y ampliando así su mercado a los nuevos catalanes.

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