Con la llegada ayer de 500 paracaidistas a la provincia de Caserta (sur de Italia), se pone en marcha el plan del Gobierno de Silvio Berlusconi para luchar contra la Camorra.

Los militares pertenecen a uno de los cuerpos de élite del Ejército italiano, los paracaidistas de la brigada Folgore y tendrán como misión principal patrullar las calles además de establecer puestos de control antimafia. El ministro del Interior, Roberto Maroni, explicó que aunque el decreto prevé el uso del Ejército hasta el 31 de diciembre, su intención es la de prolongarlo.

La medida tomada por el Gobierno italiano de utilizar militares para luchar contra la Mafia se une al envío previo de 400 policías a la zona de Caserta tras los asesinatos de seis africanos y un italiano a manos de pistoleros del clan local de los Casalesi.

Precisamente ayer unas diez mil personas se manifestaron en Nápoles contra el racismo y contra la Camorra. En la manifestación, que estaba encabezada por una pancarta con la frase «No hay seguridad sin derechos», participaron numerosos inmigrantes que corearon frases contra la Mafia local. Son muchos los que ven detrás de los asesinatos de Caserta un ataque racista aunque la policía haya asegurado que se trató de un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.