Italia dice que los gitanos han huido a «la más permisiva España de Zapatero»

Las ONG denuncian que el Ejecutivo infló el censo de la población romaní para presentar una expulsión irreal

El Correo, ÍÑIGO DOMÍNGUEZ. CORRESPONSAL. ROMA, 03-10-2008

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, de la Liga Norte, ha analizado en una entrevista la marcha del polémico censo de gitanos que realiza su Gobierno desde el verano. Polémico porque incluye las huellas digitales, que a los italianos no se piden, y es un caso único en Europa de identificación de un grupo racial. No obstante, tras el revuelo inicial, la UE aceptó las explicaciones italianas: alegaron que era sólo un modo de poner en regla a una población difícil de controlar, también por lo que respecta a la escolarización de menores, y para acabar con caóticos asentamientos urbanos. En su conversación con ’L’Espresso’, que se publica hoy, Maroni señala que esperaban 120.000 personas, «pero serán menos». Aunque en realidad, los datos oficiales del ministerio hablaban de 140.000. Maroni apunta como explicación que «muchos se han ido espontáneamente a la más permisiva España de Zapatero».
El ministro no ha dado datos precisos pues sólo había estimaciones previas y por eso hacen el censo, ni en qué se basa su apreciación de la supuesta emigración a España. En cambio, algunas ONG que trabajan con inmigrantes ya venían señalando que las cifras oficiales estaban infladas. De este modo, el Gobierno podía vender luego que sus medidas habían surtido efecto. Desde que comenzaron las tareas de identificación de la comunidad romaní muchos de ellos decidieron marcharse. Como advirtió la ONG Opera Nomadi, simplemente se alejaban un tiempo para volver cuando hubiera pasado todo. También, en forma de rumor y de impresiones de las ONG, ha circulado la idea de que algunos iban al extranjero, y se citaba España como uno de los destinos.
Prostitución
Lo mismo ocurre con las prostitutas tras la campaña abierta en Roma por el alcalde, Gianni Alemanno, de la coalición de Berlusconi. Adelantándose a una próxima ley que prevé prohibir la prostitución en la calle y castiga incluso a sus clientes, Alemanno ordenó despejar las calles. Los primeros días hubo redadas, también de clientes, pero la semana pasada las prostitutas encontraron un truco: ahora se visten de forma normal y así no hay modo de probar que lo son, salvo pilladas en el acto. También en estos círculos se dice que algunas se han ido, y se cita España. Pero siempre sin datos.
También Alemanno salió ayer en la televisión muy ufano para anunciar que ha terminado con la prostitución en Roma. «Muchas se han ido al extranjero», reiteró. Son ejemplos de una de las líneas del Gobierno de centro-derecha de Berlusconi: vender que se hacen cosas, los resultados. Mientras en unos casos es real la basura de Nápoles, en otros la estrategia es crear una alarma de impacto popular para después hacer ver que se resuelve.

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