El jurado declara culpable de homicidio a la mujer que acuchilló a su novia

El jurado popular se mostró contrario a conceder el indulto a la mujer que, el día 10 de abril de 2007, causó la muerte de su compañera sentimental con un cuchillo de cocina de diez centímetros, con el que le atravesó el corazón. Asimismo, el fiscal pidió 14 años de prisión y la defensa mostró su decisión de recurrir.

El Día, , 03-10-2008
EL DÍA, S/C de Tenerife

El jurado popular emitió ayer un veredicto de culpable de homicidio con la agravante de parentesco para la acusada Glenia Cintia R.S., de 40 años y natural de Brasil, la cual había iniciado una relación sentimental con la víctima, una súbdita colombiana que trabajaba y sostenía la vivienda donde ambas convivían en El Fraile.

El Ministerio Fiscal solicitó una pena de 14 años de prisión y el pago de una indemnización de 120.000 euros a los familiares de la fallecida, al estimar que lo ocurrido en la calle Cañadas del barrio de El Fraile, en Arona, es constitutivo de un delito de homicidio con la agravante de parentesco, ya que tal y como consideró el jurado popular ambas mujeres convivían como pareja y compartían no sólo el piso, sino que habían decidido formar una familia al aceptar la víctima que la hija de la acusada viajara desde Brasil para vivir las tres juntas.

Por su parte, la defensa pidió, a la vista del veredicto, que se impusiera la pena en grado mínimo, aunque mostró su decisión de recurrir. Asimismo, en cuanto a la indemnización dijo que 120.000 euros era demasiado y que en todo caso se le debería de imponer 36.000 euros.

No al indulto.- Otra de las cuestiones en las que debía pronunciarse el jurado era la relacionada a si eran partidarios de que se le aplicara el indulto total o parcial a la procesada, a lo que respondieron que “no eran partidarios”. Los miembros del jurado consideraron que Glenia Cintia R.S. había discutido con la víctima el día 9 y que el día 10 de abril de 2007, sobre las 7:45, Marisol regresó a la vivienda y tras mantener una pelea cogió un cuchillo de cocina con el que le propinó “intencionadamente” una cuchillada que le atravesó el ventrículo derecho, causándole un taponamiento que le produjo la muerte. Asimismo, se valoró el lugar adonde se dirigió el ataque una zona vital del cuerpo y el arma empleada un cuchillo de cocina que entró 10 centímetros en el pecho al tiempo que seccionaba la arteria mamaria. Una vez que la acusada conoció el veredicto no se mostró afectada.

“Como en mantequilla”.- La víctima regresó a su casa por la mañana después de haber pasado la noche anterior con un amigo en la playa. Una vez dentro de la casa se dirigió al dormitorio donde estaba Glenia Cintia R.S. y existió una discusión entre ambas. En un momento dado la acusada salió de la habitación y se dirigió a la cocina, donde agarró un cuchillo de unos 10 centímetros de largo y con un mango de madera. Mientras Marisol cogía un ventilador, Glenia Cintia R.S. le clavó el arma blanca de arriba a abajo, haciendo que la herida inciso-cortante atravesase entre dos costillas, seccionase la arteria mamaria y le causara un colapso con una gran hemorragia que acabó costándole la vida. La herida, según los expertos, fue “mortal de necesidad”. “El cuchillo entró como en mantequilla”, dijo uno de los forenses, que evidenció la forma en que recibió la cuchillada la víctima, la cual se encontraba frente a su agresora y en una posición de inferioridad, así como con sus facultades un tanto mermadas debido a que había ingerido unas cervezas la noche anterior y su tasa de alcohol en sangre era de 1,20. Los datos mostraron, según los expertos, que la pelea entre ambas mujeres no fue equilibrada, ya que “a la acusada no se le han evidenciado signos de haber sido agredida”.

Uno de los testimonios que más aclaró la relación entre ambas mujeres fue el de la hermana de la fallecida, la cual comentó que la acusada “era posesiva y celosa”. Asimismo, dijo que Marisol era muy complaciente con su pareja.

La “imagen” de Glenia.- Durante las sesiones del juicio, Glenia Cintia R.S se quiso mostrar como una mujer triste y abatida que lloraba justo en el momento oportuno y que, durante su turno de palabra, dijo que “yo quería muchísimo a Marisol y la sigo queriendo. Daría mi vida por la de ella”. La procesada cambiaba su versión de los hechos cada vez que se le preguntaba por lo ocurrido el día 10 de abril de 2007, en la casa que ambas compartían en El Fraile. Tales eran las contradicciones que en las diferentes declaraciones que realizó pasó de argumentar que Marisol había tenido un infarto, a que se había suicidado, que se echó encima del cuchillo o que tras recibir la cuchillada, la agresora llegó a pensar que si estaba ensangrentada y sentada en el sofá era porque “estaba bromeando”.

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