L. PARDO/ A. RICA

CASTELLÓN/ALICANTE. Mientras continúa el baile de estadísticas a cuenta de la delincuencia, la Comunidad Valenciana suma nuevos casos de violencia. De hecho, en menos de cuarenta y ocho horas se han registrado dos homicidios – en Alicante y Vinaroz – .

Al tiempo que se suceden los funerales y las escenas de dolor, los tribunales continúan juzgando presuntos asesinatos. Sin tiempo para el respiro, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado redoblan sus esfuerzos para atajar delitos relacionado con el tráfico de droga, como la incautación, ayer mismo, de 2.000 plantas de marihuana en una plantación ubicada en un bosque de la localidad de Alcalá de Xivert.

Horas más tarde, la muerte violenta se posaba en Vinaroz. Mientras los vendedores ambulantes ya recogían la parada del mercado, ya no quedaba casi nadie en el lugar, cuando un individuo, a cara descubierta, se acercó a Mariano S.S., de 51 años de edad y le asestó cuatro tiros certeros.

Los impactos provocaron su muerte inmediata, ante su mujer y sus dos hijos de 20 y 25 años de edad. Los hechos tenían lugar en la parte trasera del colegio Público San Sebastián de la localidad castellonense de Vinaroz, donde cada jueves es tradicional el mercado ambulante.

La víctima, el padre de familia, era de los habituales del mercado, compartía espacio con los vendedores de este mercado desde hacía 7 años, aunque la familia residía en Castellón.

Los hechos tuvieron lugar durante el mediodía de ayer, cuando la familia de Mariano S.S. recogía su parada de apenas 5 metros en la que vendía ropa de oulet de la marca Liberto. Un momento de poca concurrencia en el mercado donde a partir de las 13 horas los vendedores comienzan a recoger.

La familia de Mariano no tenía prisa porque era habitual quedarse a comer en Vinaroz y luego regresar tranquilamente a Castellón, donde tienen su residencia desde hace siete años. Los pocos testigos presenciales aseguraron que un hombre, a cara descubierta, se acercó a la víctima, le asestó cuatro tiros y huyó corriendo hasta un vehículo negro que tenía estacionado en las inmediaciones del mercado. En el momento de los hechos la concurrencia de público había bajado sustancialmente en el mercado, lo que facilitó la huida del autor de los disparos.

La investigación apunta a que se trate de un ajuste de cuentas entre familias de etnia gitana. No en vano la víctima y su familia habían sido desterrados de Sabadell, presuntamente, por hacer cometido un crimen, hecho que comentaban con orgullo con otros vendedores ambulantes.

La Guardia Civil investiga la autoría del crimen y tomó declaración a varios testigos. Al cierre de esta edición no se habían producido detenciones.

Juicios y funerales

Mientras, la Audiencia de Alicante acogía ayer la primera sesión del juicio contra el hombre acusado de matar a su ex pareja cuando disfrutaba de un permiso carcelario – que quebrantó – del centro penitenciario granadino de Albote, donde cumplía condena por dos delitos de homicidio. Durante la vista oral, el procesado, negó los hechos y afirmó que fue la víctima la que se disparó con el la pistola al creer que estaba descargada.

En Monóvar, casi mil personas acudían ayer al funeral de la mujer que el pasado martes fue asesinada en el interior de su comercio por un hombre enfermo de esquizofrenia, que ya tenía antecedentes por hechos similares. El juez decretó su ingreso en un psiquiátrico penitenciario de Fontcalent.