Sin sitio para más gente
ABC, , 02-10-2008La llegada de 330 inmigrantes clandestinos a las costas de Canarias en un solo día ha desbordado todas las previsiones. La última oleada, el martes uno, el «supercayuco» del puerto tinerfeño de Los Cristianos, con 230 «sin papeles», y otro a Pozo Izquierdo, en Gran Canaria, con cerca de un centenar, ha provocado que los centros de internamiento del Archipiélago se encuentren al borde del colapso.
La situación no es nueva, pese a que la Delegación del Gobierno intentó ayer lanzar un mensaje de tranquilidad. «Se puede asumir hasta que venga un cayuco con 500 inmigrantes, sin ningún problema», aseguraron a este periódico fuentes de la Subdelegación del Gobierno en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Sin embargo, esta calma contrasta con las cifras aportadas por la propia institución, ya que en el centro de El Matorral, en Fuerteventura, había ingresados, a finales de septiembre, 1.043 personas, cuando su capacidad es de 1.075; mientras que en el de Hoya Fría (Tenerife) se encuentran 350 internos, cuando sólo tiene cabida para 326.
A esta cifra hay que añadir 205 inmigrantes de los 230 que llegaron el martes a Tenerife, ya que fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias confirmaron a este periódico que a lo largo del día de hoy los «sin papeles» serán destinados a Hoya Fría, tras la decisión adoptada por el Juzgado de Arona a última hora de ayer. El resto, 25 menores, quedarán acogidos donde determine la Fiscalía de Menores, una vez se les practiquen las pruebas óseas correspondientes.
La llegada de menores al Archipiélago también ha generado duras críticas desde el Gobierno regional. Su viceconsejera de Bienestar Social, Natividad Cano, aseguró ayer que la situación del Archipiélago es «muy delicada», ya que los centros de acogida de los inmigrantes menores de edad «están todos sobresaturados».
Por otro lado, desde la Subdelegación del Gobierno en la provincia tinerfeña se insiste en que el centro de Hoya Fría «no puede quedar saturado, al tener una capacidad de hasta 1.300 personas», si se habilita una carpa en su exterior, fuera del edificio principal. «Estarían en unas condiciones muy dignas», explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno.
Esta idea, sin embargo, contrasta con la denuncia del CEP, que asegura que en la carpa exterior del centro de internamiento de Tenerife «es imposible garantizar la seguridad». Además, este sindicato criticó la malas condiciones en las que se encontrarían los extranjeros retenidos. «No son condiciones para nadie, estarían a la intemperie», destacaron.
Pero esta coyuntura tiene su continuación en el Centro de Internamiento Temporal de Extranjeros (CITE) que han construido al lado de la comisaría de Playa de las Américas, situada al sur de Tenerife, y donde se encuentran los más de 200 inmigrantes que desembarcaron en la isla hasta su previsible traslado a Hoya Fría. Un portavoz del sindicato CEP ha denunciado que estas instalaciones no reúnen las mínimas condiciones de seguridad y que se han construido «sin licencia municipal».
«El centro no tiene cédula de habitabilidad y, por eso, no cuenta con conexión a la red eléctrica y tiene que funcionar con un generador de gasoil», aseguró un portavoz de este sindicato policial en las islas. También criticó que la instalación carece de desagües, lo que provocó que el martes con la irrupción de los 230 inmigrantes y el uso de los baños se produjese una inundación.
«Hubo una filtración y el agua llegaba hasta la rodilla. Las condiciones higiénicas son lamentables», criticó el dirigente sindical del CEP, al igual que aseveró que «únicamente dos policías» están custodiando a los más de 200 inmigrantes clandestinos.
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