Es un hecho indiscutible: la cultura se deslocaliza . Lo acaba de probar la V Feria de la Edición de Canarias, cuyo pistoletazo de salida trajo consigo el mayor tributo retrospectivo recibido hasta la fecha por el editor Jorge Herralde. Nunca hasta ahora, su labor en Anagrama había sido objeto de paneles documentados, como los que presentó en el Círculo de Bellas Artes tinerfeño, donde quedaron documentadas sus estrechas relaciones con Paul Auster y Tom Wolf, entre otros.

La Feria de la Edición canaria también abundó en debates y recitales en torno a la actualidad literaria de Africa, antesala de lo que será el Salón del Libro Africano previsto para 2009. El senegalés El Hadji Amaidou Ndoye, el caboverdiano Joaquim Arena, el camerunés Nana Tadoun, los angoleños Jorge Arrimar y Eduardo Bettencourt y Waldir Araújo, de Guinea Bissau, fueron los invitados de honor.

Hubo también veladas poéticas, rapsodias y música, a cargo de un virtuoso a las seis cuerdas del guineano Manecas Costa.