El policía local de Rubí (Barcelona) Ildefonso Rodao aceptó ayer la pena de 18 meses de prisión por un delito contra los derechos de los trabajadores y otra de seis meses por estafa a 17 inmigrantes que contrató para su empresa, Nuñebon, y a los que hacía trabajar 12 horas diarias.

La sección quinta de la Audiencia de Barcelona juzgó ayer a Ildefonso Rodao y a María Dolores Peris, propietario y administradora de la empresa Nuñebon, respectivamente, que contrataron a 17 trabajadores extranjeros que carecían de permisos de residencia y trabajo, a los que nunca regularizaron y a quienes no abonaban la totalidad del salario, que también retrasaban. María Dolores Peris también aceptó una pena de prisión de dos años por un delito continuado contra los derechos de los trabajadores.

Como Ildefonso Rodao carece de antecedentes penales no deberá ingresar en prisión, mientras que la situación de María Dolores Peris dependerá de la valoración de la juez, según indicó la magistrada, dado que tiene antecedentes aunque «no computables a efectos de reincidencia», indica el fiscal en su escrito.

La estafa se refiere al hecho de que Rodao pidió a los trabajadores extranjeros la cantidad de 1.050 euros a cambio de tramitarles el permiso de trabajo y residencia y les descontó para ese fin 525 euros de su sueldo, sin que llegara nunca a hacer ninguna gestión «porque el acusado nunca tuvo intención de hacerla», indicó el fiscal.