El fenómeno migratorio ha cambiado profundamente el paisaje social de la Región, pero no todos parecen haberlo asumido con el mismo grado de responsabilidad. Así lo ve al menos el Foro Ciudadano de la Región, que presentó ayer un estudio coordinado por el profesor de Sociología de la Universidad de Murcia Andrés Pedreño, en el que se pone de manifiesto que en la sociedad murciana todavía no existe una verdadera integración social, «y tanto en el ámbito político como en el mediático se sigue vinculando el perfil del inmigrante con el desempleo y la inseguridad ciudadana».

Durante la presentación del estudio Pasajes de la Murcia inmigrante, en el que también ha participado Manuel Lario, especialista en inmigración, el presidente del foro, Patricio Hernández, denunció que con motivo de la crisis se califique a la población inmigrante de «sobrante y se la quiera criminalizar, en lugar de fomentar la integración de un colectivo que en los últimos diez años ha sido decisivo» en el desarrollo económico de la Región.

Según el presidente del Foro Ciudadano, los inmigrantes son los primeros que acusan la crisis, y su desempleo se considera «normal y propio de su condición, cuando no debería ser tratado con normalidad en ningún momento, ya que son ciudadanos con los mismos derechos que el resto». El coordinador del estudio también destacó que los inmigrantes que residen en la Región son, en la mayoría de los casos, «ciudadanos arraigados, murcianos. Forman parte de nosotros y es una irresponsabilidad tratarlos ahora como sobrantes».

Pedreño insistió en que, como queda de manifiesto en la publicación, el perfil de los inmigrantes ha variado, ya que se han arraigado en los últimos años en la Región, y sus descendientes son ya murcianos. Así, uno de los primeros desafíos que se plantea es el modo en que se integren los hijos de los inmigrantes , nacidos en Murcia, lo que dependerá en gran medida, considera el investigador, de las políticas sociales que se lleven a cabo.

El estudio sobre el fenómeno migratorio en Murcia analiza, entre otras cuestiones, «la convivencia entre autóctonos e inmigrantes en la Región, que es pacífica pero distante», considera Pedreño, quien apuntó la necesidad de poner en marcha medidas efectivas para la integración, como la posibilidad de voto y la dotación de recursos para la sanidad y la educación».