Alrededor del 30% de los diagnósticos más recientes del VIH/sida son de inmigrantes. Este porcentaje de personas extranjeras afectadas por la enfermedad se ha detectado en los últimos cuatro años, si bien el porcentaje total de la población inmigrante que está infectada por el virus no alcanza el 1%, reveló ayer Santiago Moreno , jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal y coordinador general del Proyecto VIH 2020.

Esta plataforma, constituida por 38 expertos en VIH, estudiará la evolución de esta enfermedad y sus tratamientos en los próximos 12 años para aportar «de una manera decidida» soluciones en la lucha contra el VIH.

El doctor Moreno admitió que en la lucha contra el sida, «sabemos dónde estamos pero no sabemos si a metros o millas del final». Aún así, con su proverbial optimismo, mostró su esperanza en que en 2020 la enfermedad estará erradicada. «En 1994 – dijo – la gente se moría a chorros y no había ninguna perspectiva. Sin embargo, un año después, de la noche a la mañana, la combinación de tres fármacos mostró una eficacia» alentadora, significó.

Más abortos

Por otra parte, más del 40% de las mujeres que demandan la interrupción del embarazo en España son inmigrantes y, además, presentan la característica de haber llegado al país recientemente. Así lo expuso ayer en Bilbao el vicepresidente de la Sociedad Española de Contracepción, Roberto Lertxundi. Ante esta realidad, la Sociedad Vasca de Contracepción (SVC) ha editado unas guías de métodos anticonceptivos en árabe y chino.

Según explicó Lertxundi, en España se asiste a la «gran paradoja» de que, a medida que aumenta la utilización de métodos anticonceptivos, también se incrementa el número de abortos, y este hecho se atribuye a la llegada «brusca» de población inmigrante.

El 80% de las mujeres españolas, según dijo, utiliza métodos eficaces – en primer lugar el preservativo, seguido de la píldora y los parches – , pero desde 1997 a 2006 (fecha del último estudio) el número de abortos prácticamente se ha doblado, de 49.000 a 101.000. Estas cifras se explican, según añadió, por la llegada de inmigrantes, que, aunque en cifras generales sólo constituyen el 10% de la población, sus tramos de edad corresponden a edades «muy reproductivas». «En estos casos partimos de cero» en cuanto a contracepción, apuntó.