230 subsaharianos desembarcan en Tenerife después de llevar cuatro días hacinados en una barcaza de 30 metros «Cuesta creerlo. Nunca habíamos visto un cayuco de 30 metros de eslora con 230 inmigrantes a bordo. Era como ver una manifestación de personas».

Los ojos de Juan Antonio Corujo, coordinador de Cruz Roja en Canarias, no daban crédito. El Puerto de los Cristianos en Tenerife se vio ayer desbordado por la llegada del cayuco con el mayor número de sin papeles avistado hasta la fecha. Milagrosamente, los 230 subsaharianos no solamente llegaron con vida, sino que se encontraban en buenas condiciones físicas.

Los inmigrantes viajaban completamente hacinados y apilados unos encima de otros. Lograron sobrevivir durante cuatro días amontonados en ese cayuco de 30 metros, que partió desde Casamance, una región al sur de Senegal, según informaron fuentes del Ministerio del Interior.

Por increíble que pueda parecer, los 230 subsaharianos se encontraban en buenas condiciones físicas y tan sólo cinco de ellos tuvieron que ser trasladados a centros de salud, tras atracar en el puerto pasadas las 0.20 horas de la madrugada de ayer.

«Es sorprendente porque ver un cayuco con 180 personas ya es algo llamativo, pero hay que tener en cuenta que en éste viajaban 50 más, lo que significa una guagua (autobús) llena de gente», explicó todavía impresionado Juan Antonio Corujo, responsable de los equipos de respuesta inmediata de la Cruz Roja en Canarias.

En el supercayuco no navegaba ninguna mujer y entre los ocupantes se encontraban 25 menores de edad. Los sin papeles son de diversas nacionalidades y procedían de países como Senegal, Malí y Guinea – Conakry.

Tuvieron suerte. El buen estado de la mar facilitó la travesía en el Océano Atlántico. Además, un avión del Ejército del Aire les descubrió a 55 millas de la costa, lo que les evitó el temible tramo final hasta la isla de Tenerife.

El remolcador María Zambrano de Salvamento Marítimo se encontraba a tan sólo 12 millas del cayuco, lo que también agilizó las tareas de rescate.

Los meses de septiembre y octubre son los más propicios para la inmigración irregular, debido a que es «una época de calmas». «El mar está como un plato», afirmó ayer un agente policial que teme que se produzca un repunte en las llegadas.

De hecho, ayer mismo, otros 100 inmigrantes arribaron a bordo de una patera a Gran Canaria, donde lograron desembarcar por sus propios medios.

Los traficantes de seres humanos construyen cada vez embarcaciones más grandes en Mauritania y Senegal, según aseguraron fuentes policiales a este diario. Los cayucos viajan repletos hasta reventar porque, así, las mafias obtienen una mayor rentabilidad económica.

Los sin papeles suelen pagar por la peligrosa travesía a España unos 600.000 francos CFA (la moneda senegalesa), lo que equivale a unos 900 euros, por una plaza en el cayuco, su salvoconducto hacia El Dorado Europeo.

La construcción de estos megacayucos se prolonga durante varios meses, en los que los inmigrantes se ven obligados a esconderse de la policía. Las playas de Casamance, al sur de Senegal, y las de Guinea – Bissau son los nuevos puntos donde se fabrican estas embarcaciones, que pueden alcanzar los 30 metros de eslora, cuando lo habitual son 20.

La embarcación de ayer supera con creces todos los récords registrados hasta la fecha, ya que transportaba hasta 50 personas más que el cayuco que ostentaba la marca anterior. En aquella ocasión, una barcaza con 180 sin papeles arribó en una sola embarcación al Puerto de los Cristianos en Tenerife, el 29 de julio de 2007.

El 29 de junio de este año se produjo otra llegada masiva a bordo de un solo cayuco que alcanzó el mismo puerto de la isla tinerfeña con 179 subsaharianos. La isla de El Hierro también vivió en agosto de 2006 la llegada insólita de otra embarcación con 172 personas.

Pese a la gran cantidad de inmigrantes , el dispositivo de la Cruz Roja no se vio desbordado, ya que pudieron prepararlo con cinco horas de antelación.

«El estado de la mar era bueno, pero un salvamento nocturno siempre es complicado. Los inmigrantes se encontraban en buen estado, pero muchos traían problemas óseos de entumecimiento debido a la postura que llevaban», relató el responsable de Cruz Roja.

Los 230 inmigrantes se encuentran ahora en el Centro de Internamiento Temporal de Extranjeros que se ha construido al lado de la comisaría de Playa de las Américas, en Tenerife. La Confederación Española de Policía (CEP) denunció ayer que este centro no reúne ninguna de las medidas de seguridad.

«Hasta la primavera de este año, los inmigrantes eran recluidos en la comisaría y en los garajes. Ahora, han edificado este centro, pero no reúne las mínimas condiciones de seguridad. Las vallas son bajas y ya se han producido fugas de subsaharianos», declaró un portavoz del sindicato policial en Tenerife.

También criticó que durante la mañana de ayer tan sólo dos policías custodiaban a los 230 africanos recién llegados.

La presencia de estos sin papeles añadirá más presión a los centros de internamiento de las Islas Canarias, que ya se encuentran bastante saturados tras el aumento de las llegadas durante el mes de septiembre.

elmundo.es

Fotos:

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