Los Mossos d’Esquadra desmintieron ayer las declaraciones de José Manuel Moya, consejero responsable de seguridad del Espanyol, que aseguró que el club alertó a los Mossos para que no dejaran entrar a los hinchas radicales del Barcelona el pasado sábado. Moya explicó que los Mossos se negaron porque era más seguro tener a los seguidores dentro que fuera del estadio.

El Comité de competición, mientras, decidió aplazar ayer la resolución sobre los incidentes acaecidos en el Estadi Lluís Companys. Barça y Espanyol podrán hasta entonces presentar pruebas y alegaciones, y Competición pondrá el material a disposición de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia.

El director general ejecutivo del Espanyol, Pedro Tomás, afirmó ayer, al término de la reunión del consejo de administración, que el club espera que el Comité no cierre el campo porque la defensa que ha preparado la entidad es muy completa y porque no es reincidente.

Asimismo, indicó que, a partir de ahora, la afición visitante se ubicará en la zona central inferior del gol sur, medida que entrará en vigor en el partido ante el Villarreal del 19 de octubre.