Las fuertes lluvias que cayeron ayer en el norte de África y el sur de la península causaron importantes daños en Ceuta y Melilla, si bien fue la primera la más afectada. En la ciudad ceutí se vivieron momentos de tensión ya que las inundaciones obligaron a realojar en un polideportivo a varias familias y a atender a muchas otras por el mal estado de sus casas. Los servicios meteorológicos contabilizaron que el aguacero dejó 160 litros por metro cuadrado en unas pocas horas.

Las lluvias dañaron 140 metros de la valla fronteriza de Ceuta, precisamente en el mismo punto donde hace tres años cerca de 700 inmigrantes trataron de acceder a la ciudad autónoma saltando la verja. Tras este episodio, la valla se elevó de tres a seis metros de altura. Las inundaciones destruyeron ayer una escollera de protección, parte de la zona de circulación entre el vallado y unos 47 segmentos de alambrada.

Los desperfectos en el vallado obligaron a la Guardia Civil a reforzar la seguridad del perímetro para evitar la entrada de inmigrantes irregulares. El Ministerio del Interior inició de inmediato unas obras de emergencia para restablecer la verja fronteriza.

Los efectos de los aguaceros se notaron en otras zonas de Ceuta. En la costa se hundieron unas veinte embarcaciones de pequeño calado que estaban amarradas en el interior del puerto. Los bomberos tuvieron que atender, de otro lado, cerca de 200 llamadas de emergencia. Un total de 65 personas, 26 de ellas menores, fueron finalmente evacuadas a un pabellón polideportivo, aunque hubo que atender numerosas peticiones de ayuda efectuadas por vecinos de viviendas en mal estado en el extrarradio de la ciudad.

En Melilla se decretó la alerta por la crecida del río Oro y por el temor a su desbordamiento, aunque no hubo que lamentar mayores consecuencias. Protección Civil avisó de que hoy puede ser esta ciudad la más afectada, con una previsión de lluvias de 30 litros por metro cuadrado en una hora.