Los conservadores austriacos negocian con la ultraderecha una posible alianza de gobierno
El Mundo, , 30-09-2008Crece la presión en el seno del ÖVP para que se busque un acuerdo con Haider y Strache Con la sencilla aritmética euclidiana en la mano, en Austria, socialdemócratas (SPÖ, 29,71%) y conservadores (ÖVP, 25,61%) podrían unir sus fuerzas en otra gran coalición, para cerrar el paso a los dos partidos de ultraderecha, que sumaron casi un 30% de votos en las legislativas del domingo.
Pero en política todo parece ser relativo y el odio entre ambos partidos moderados es feroz. Según afirmaban ayer varios medios austriacos, el Partido Popular (ÖVP) mantuvo contactos la misma noche de las elecciones con el Partido Liberal (FPÖ, 18,01%) de Heinz – Christian Strache y con la Alianza para el Futuro (BZÖ, 10,98%), de su ex mentor Jörg Haider.
El SPÖ siempre afirmó que nunca pactaría con los extremistas. Pero el popular ÖVP nunca fue tajante durante la campaña electoral y la posibilidad de un gobierno de conservadores y extremistas crece por minutos.
De momento ayer en el ÖVP rodaba la primera cabeza tras la caída de nueve puntos en las urnas. Su líder y hasta ahora ministro de Finanzas, Wilhelm Molterer, presentaba su dimisión y el titular de Medio Ambiente, Josef Pröll, asumía sus funciones. En el campo socialdemócrata, en cambio, Werner Faymann era alabado ayer como un «salvador del partido», pese a haber perdido cinco puntos.
Ayer distintos dirigentes del ÖVP no torcían el gesto ante un acuerdo con Haider y Strache y abominaban de otra alianza con los socialdemócratas. Entre ellos el ministro de Economía, Martin Bartenstein. «Debemos estar abiertos a todas las opciones», auguraba, cargando contra una gran coalición como «única variante de gobierno posible».
Quizás quienes tienen veleidades de ocupar la Cancillería con los ultras creen que 2008 no es 2000 y dudan que la Unión Europea les someta a un boicot diplomático como entonces y durante seis años, el tiempo que el FPÖ estuvo en el Gobierno. Hoy, recuerdan los analistas alemanes, en el Ejecutivo de Italia se sienta junto a Silvio Berlusconi el ex neofascista Gianfranco Fini y su disuelta Alianza Nacional.
Haider, por su parte, llamaba directamente a crear una «constelación» de centro derecha en un canto de sirenas para el ÖVP. Strache, optimista, se mostraba dispuesto a ser el nuevo canciller de Austria.
De hecho la primera reacción desde la Unión Europa era tibia. «Austria ha votado y debe ser respetado en virtud de la democracia y las reglas del Estado de derecho», afirmaba ayer en Bruselas Johannes Leitenberger, portavoz de la Comisión Europea. «Damos por descontado que Austria seguirá siendo un socio importante de la UE y seguirá aportando una contribución constructiva», añadió en una rueda de prensa.
Entre los que más ha calado el mensaje anti – inmigrante, anti – islam, anti – UE y ultranacionalista de Haider y Strache, dos admiradores de ciertas políticas de Adolf Hitler, con pasado paramilitar común, es entre los ciudadanos menores de 30 años. En estas elecciones por primera vez podían votar los mayores de 16 años, lo que equivalía a unos 180.000 votos nuevos.
Haider y Strache habrían recogido el voto de castigo de muchos electores a los integrantes de la gran coalición, socialdemócratas y conservadores, incapaces de sacar adelante importantes reformas. A ello se unirían sus diatribas contra inmigrantes y musulmanes y la llamada a la «pureza» de los valores austriacos.
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