Una redada de 2004 obliga a los dueños a pagar ahora 360.000 euros Una redada en el club Riviera de Castelldefels, que tuvo lugar el 16 de abril de 2004, reveló que en el local prestaban sus servicios un total de 58 mujeres extranjeras que estaban en España en situación irregular. La inspección de Trabajo abrió un expediente que terminó en una multa emitida por la Subdelegación del Gobierno en Barcelona, que ahora el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha confirmado.

La sanción asciende a 360.607 euros y el motivo es que las prostitutas carecían de permiso de trabajo. Los propietarios del burdel, uno de los más conocidos de Cataluña – y de los más grandes de Europa – , habían recurrido la multa de Trabajo, pero el alto tribunal catalán ha fallado ahora en su contra y les obliga a abonar la multa.

La noche de la redada se comprobó que en el club trabajaban como prostitutas 58 mujeres extranjeras y otras dos como bailarinas, sin tener permisos ni de trabajo ni residencia.

La sentencia del TSJC recuerda que la actividad de prostitución en un club de alterne debe ser considerada como relación laboral de acuerdo con la jurisprudencia, por lo que confirma la multa que impuso la Subdelegación del Gobierno, a razón de 6.010 euros por trabajadora.

Además de esa inspección laboral, en los últimos años han sido frecuentes las redadas policiales en el Riviera, que suelen culminar con la identificación de centenares de prostitutas «sin papeles» y clientes, y en algunos casos con la detención de proxenetas.

La última redada tuvo lugar en diciembre de 2006, cuando la Policía Nacional detuvo a cuatro personas e identificó a 142 mujeres que ejercían la prostitución, a 111 clientes y a 22 empleados.

Precisamente por las mismas fechas de 2005, la Policía también detuvo a 21 mujeres y a tres hombres extranjeros «sin papeles» en una inspección en el club, donde también localizaron a una menor de origen rumano que era explotada sexualmente. En mayo de 2002 fue detenido el responsable del local por un delito contra los derechos de los trabajadores, puesto que en su local ejercían, en el momento de la redada, 40 mujeres que se encontraban en situación irregular en España y que fueron también detenidas por infringir la Ley de Extranjería.