La extrema derecha renace en Austria

Gana 30% de los votos en las elecciones parlamentarias

El Universal, 29-09-2008

BERLÍN. Los austriacos esperaron ocho años para vengarse de las sanciones que le impuso la Unión Europa al país, cuando el ex líder del partido conservador, Wolfgang Schüssel, fue condenado al ostracismo diplomático por haber cometido el pecado de haber invitado al ultraderechista Partido Liberal, que dirigía entonces, Jorg Haider, a formar una alianza para gobernar el país alpino.

Ayer, 30% de los electores austriacos convirtieron a las dos fuerzas de la ultraderecha, el Partido Liberal y la Alianza para el futuro de Austria, en el bloque más poderoso del futuro Parlamento, un resultado que lleva a la antesala del poder a dos formaciones políticas que ganan votos gracias a un discurso xenófobo y antisemita.

¿Volverá Bruselas a castigar a su socio alpino, si nuevamente el Partido Liberal y la Alianza para el futuro de Austria (BZÖ), que hoy preside Haider, tienen éxito en formar una alianza para formar el nuevo gobierno?

El Partido Liberal, que dirige ahora Heinz – Christian Strache y la Alianza de Haider, gracias a 30% de los votos, podrían coger la batuta en las difíciles negociaciones para formar el futuro gobierno y con ello, revivir la pesadilla que sufrió el país en febrero de 2000 cuando Schüssel se convirtió en canciller gracias al interesado apoyo que recibió de Haider.

El extraordinario renacimiento de la ultraderecha austriaca no es gratuito. Tanto Strache, un antiguo discípulo de Haider, como su ex maestro volvieron a recuperar el viejo discurso xenófobo, pero Haider esta vez introdujo un elemento nuevo en su estrategia e intentó mostrarse ante el electorado como un líder más pragmático y moderno e interesado en el bienestar de sus compatriotas.

Strache, a su vez, cautivó a sus compatriotas con frases como Patria en lugar del islam y Viena no debe convertirse en Estambul.

La campaña de Haider y Strache obligó a los dos grandes partidos del país, los socialdemócratas (SPÖ) y el partido Popular (ÖVP) a revisar sus respectivas agendas y pusieron énfasis en la inmigración y en una velada critica a la Unión Europea. El cambio de estrategia no produjo los resultados esperados. Los dos grandes partidos austriacos obtuvieron sus peores resultados en más de medio siglo.


 
 

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