J. M. C./ X. M.
MÁLAGA/VALENCIA. Cecilia Natalia Coria Olivares, argentina, 25 años, estaba «protegida» por una orden de alejamiento dictada por un juez contra su ex novio, según informó la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Pero como en otras ocasiones no fue suficiente para salvarle la vida. Ayer murió en Nerja mientras trabajaba en un bar, con un cuchillo clavado que el asesino no tuvo tiempo de recoger y diciéndole a los agentes antes de expirar quién la había matado. Veinte minutos después, H. B., marroquí de 29, era detenido por la Guardia Civil. Horas antes, otra mujer boliviana de 35 años fue asesinada por su ex marido en Valencia, en la casa en la que se había refugiado.
Cecilia estaba trabajando en un bar en las inmediaciones del conocido Balcón de Europa en Nerja. Pasadas las 9.20 de la mañana se presentó su ex pareja y, sin mediar palabra, le asestó más de una decena de puñaladas. Pese a la rapidez del ataque de la bestia, algunos camareros intentaron ayudar a la mujer arrojándole al individuo sillas. No sirvió más que para que huyera dejando el cuchillo clavado en el cuerpo.
En el cuello
Avisó un vecino y ya se sucedieron las llamadas. Nada más llegar los agentes de la Guardia Civil Cecilia, malherida en la calle, les dijo quién la había acuchillado al menos una vez en el cuello, según apuntó la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Poco después se detuvo al autor. No se han confirmado sus antecedentes, pero sí que tenía una orden de alejamiento en vigor tras denunciarlo su pareja.
Los médicos del 061 intentaron reanimar a la mujer en la ambulancia, sin conseguirlo. Un joven amigo de la pareja ha asegurado que H.B. la había amenazado en un par de ocasiones con que «la iba a matar», una amenaza que ella debió de creer dado que pidió una orden de alejamiento.
El Ayuntamiento de la localidad malagueña convocará hoy a las 12. 00 una concentración a las puertas del Consistorio para mostrar su repulsa por el asesinato de la joven. Cecilia es la segunda víctima de la violencia machista en Málaga (la otra mujer fue asesinada el 4 de enero en Coín).
En el caso de María Angélica, la mujer boliviana que murió ayer en Valencia tras ser apuñalada por su ex marido, el miedo a ser expulsada fue más fuerte que el temor hacia su verdugo. Una tía de la víctima confesó ayer que su sobrina había sufrido malos tratos de forma reiterada con anterioridad, pero no denunció los hechos ante la Policía por miedo a ser deportada a su país, ya que su ex pareja le había roto el visado.
María Angélica residía desde hacía semanas en casa de su hermano. Se había ido a vivir con él para escapar de los golpes que le propinaba su ex pareja, pero no le denunció.
La víctima, que murió desangrada en el portal de su casa en presencia de varios familiares y después de recibir varias puñaladas, tenía cuatro hijos, aunque ninguno de ellos residía con ella en España.
La tía de la mujer explicó que el ex marido, quien según algunos testigos llegó ebrio al domicilio de la víctima, asesinó a María Angélica después de una discusión. Posteriormente, el hombre salió del edificio y se dirigió a un supermercado cercano, donde confesó el crimen que acababa de cometer a uno de los empleados y fue retenido por el guarda de seguridad del establecimiento hasta le llegada de la Policía.
Mientras tanto, María Angélica, ayudada por sus familiares, sólo pudo llegar hasta el portal del edificio para intentar pedir auxilio; pero la gravedad de sus heridas le provocó la muerte antes de que llegara la ambulancia.