Dos nuevas víctimas mortales de la violencia de género elevaron este fin de semana el trágico balance a 48 mujeres muertas en lo que va de año a manos de sus parejas o ex parejas. La última víctima de este sangriento goteo, una joven de 25 años y nacionalidad argentina, cayó asesinada en la mañana de ayer a la puerta de la cafetería donde trabajaba, en la localidad malagueña de Nerja. El verdugo fue, una vez más, un ex novio que la amenazaba y sobre el que pesaba una orden de alejamiento que, también una vez más, resultó inútil. La chica recibió varias puñaladas en el cuello y murió antes de llegar al hospital. El presunto asesino ha sido detenido.

El suceso se produjo a las nueve de la mañana, cuando Cecilia Natalia C.O. acababa de entrar a trabajar en la cafetería La Biznaga de Nerja, en pleno centro de la localidad y muy cerca del famoso Balcón de Europa. La joven estaba colocando mesas y sillas en la terraza del establecimiento cuando el presunto agresor, H.B., de origen marroquí y 29 años de edad, se dirigió hacia ella y le asestó varias puñaladas en el cuello con un cuchillo de cocina. Los compañeros de la víctima, al percatarse de lo ocurrido, trataron de disuadir al agresor arrojándole sillas, por lo que el hombre salió huyendo a pie dejando incluso el arma homicida en el cuerpo de la mujer.

La joven quedó malherida y fue atendida en el lugar por los servicios de emergencia sanitaria, aunque no pudieron hacer nada por salvarle la vida y murió antes de llegar al hospital. Antes de fallecer, la joven logró identificar a su presunto agresor, al que identificó como su ex pareja, según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

Crimen en Valencia

También siguen de luto en Valencia por el asesinato de una mujer de 35 años, boliviana, a manos presuntamente de su marido. Éste, de 38 años y la misma nacionalidad, llegó borracho al domicilio que ambos compartían y en medio de una fuerte discusión apuñaló repetidamente a su mujer. Presenciaron el drama una cuñada, una sobrina y varios niños que se encontraban en ese momento en la vivienda.

El presunto asesino fue detenido por la Policía poco después en la calle, con las ropas cubiertas de sangre. Según fuentes del caso, no constaban denuncias previas por maltrato de la víctima aunque, al parecer, las discusiones eran frecuentes entre la pareja, padres de cuatro hijos que están en Bolivia.