IVA ANGUERA DE SOJO

BARCELONA. El crecimiento constante de la población inmigrante ha desbordado las previsiones del Gobierno de la Generalitat en materia de atención sanitaria. El tripartito trabajaba con la previsión de 7,6 millones de tarjetas sanitarias para 2011 – tal y como refleja el Pla de Govern 2007 – 2010 aprobado el año pasado por el Ejecutivo de José Montilla – , pero según los datos de la propia administración catalana, esta cifra ya se superó en junio.

El Registro Central de Personas Aseguradas de la Generalitat tenía en junio de 2008 un total de 7.610.299 asegurados, pese a lo cual el Govern no ha modificado sus previsiones, denuncia la diputada del PP Belen Pajares. «Estas cifras, junto al aumento de tarjetas sanitarias», a razón de 200.000 nuevos asegurados anuales, según una respuesta parlamentaria de la consellera de Sanidad, Marina Geli, «demuestran la falta de previsión» de la conselleria, puesto que sus plazos «se han visto superadísimos a tres años vista».

Presión sobre la sanidad

En 2007, la Generalitat emitió 310.734 nuevas tarjetas, a las que hay que restar las 131.663 tarjetas sanitarias rescindidas en el mismo periodo por traslado o defunción de los titulares. Unas cifras que arrojan la media de 200.000 nuevos usuarios que anualmente se añaden a la sanidad catalana, con un crecimiento del 2,44% respecto al ejercicio anterior. En 2006, el sistema sanitario catalán ya había absorbido 127.879 nuevos usuario netos, un 1,78% más que en 2005.

De hecho, durante el primer semestre de 2008, el incremento neto de población asegurada en Cataluña fue de 113.181 personas, lo que supone un crecimiento del 1,5% respecto al ejercicio anterior. En ese periodo se dieron de alta 157.454 personas y 44.273 bajas.

El crecimiento exponencial de la población en los últimos años, merced al aumento de la inmigración, explica esas cifras. Así, si en 2006 la población extranjera suponía el 11,8% del total de la población catalana, mientras que en diciembre de 2007 – último ejercicio cerrado – ese grupo representaba ya el 13,89% de los residentes en esta comunidad autónoma.

Las tarjetas sanitarias garantizan a los inmigrantes el acceso a la Sanidad pública catalana, al tiempo que permiten a la Generalitat tener información fidedigna del estado real de la oleada migratoria en esta comunidad. Pero este incremento por encima de las expectativas del Govern supone una presión no prevista sobre el sistema sanitario catalán, ya de por sí saturado.

«Llama la atención las previsiones tan a la baja» del tripartito, denunció la diputada popular, para quien «la consellera se limita a tapar parches». El principal problema, añade Pajares «es no asumir los problemas reales de la sanidad catalana» que, en su opinión, son el aumento de asegurados y el envejecimiento de la población.