CARTAS AL DIRECTOR
Los vecinos africanos
ABC, , 26-09-2008Hace unos días, más de un centenar de gambianos fueron devueltos a España por unas autoridades que, aparentemente, los habían reconocido antes como compatriotas. De ser así, tanto nuestro ridículo como el comportamiento de ese gobierno serían incalificables. Este hecho, que no es el primero, es sin duda una espléndida publicidad gratis para las mafias que trafican con personas. Así, pateras y cayucos, con adultos y decenas de menores, arriban diariamente a nuestras costas. Y seguirán llegando desde muchos puntos de África mientras, al menos, dos problemas no se solucionen: el primero, la corrupción de sus autoridades políticas y militares que disfrutan en Londres, París, Nueva York y los campos de golf de Escocia mientras sumen a sus países en guerras y hambrunas; el segundo, la carencia del concepto de paternidad responsable, agravado por el menosprecio tradicional de la mujer. Por otra parte, ¿se han planteado nuestras autoridades la permanencia, en nuestro país, de miles de jóvenes subsaharianos, en su mayoría musulmanes, sin posibilidad de un trabajo? El tema de la inmigración exige serenidad, pero también rigor. Mientras, no sólo hay un lamentable coste humano, sino que puede llegar el momento en que el dinero del contribuyente asediado por la hipoteca, coste de la vida, cuidado de niños y ancianos no pueda hacer frente a la llegada, e incorporación en condiciones dignas de miles de personas al país.
M. Ramón
Madrid
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