La lucha contra los efectos indeseados de la inmigración incorpora nuevos instrumentos. A partir de este otoño, el Ministerio del Interior pondrá en marcha la nueva Brigada de Expulsiones de Delincuentes Extranjeros (Bedex) que se encargará de repatriar a sus países de origen a aquellos delincuentes extranjeros reincidentes y especialmente violentos. Así lo anunció ayer el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, en una comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso en la que dio cuenta de las líneas generales de su departamento.

Camacho explicó que el objetivo de la nueva brigada será contribuir a la disminución de la “alarma social” que provocan determinados hechos violentos llevados a cabo por delincuentes extranjeros. La nueva brigada, que dependerá de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, se encargará de perseguir y, en su caso, expulsar del país – siempre con autorización judicial- a delincuentes de origen extranjero, ya sean terroristas, integrantes de bandas organizadas, o implicados en delitos de violencia de género. La unidad acentuará las llamadas “repatriaciones cualificadas”; es decir, la de aquellos individuos que dada su condición de multireincidentes o por su agresividad provocan un “efecto negativo” para el resto de ciudadanos que residen en España.

Los policías recopilarán la información sobre los delincuentes extranjeros susceptibles de ser repatriados, aunque serán los jueces quienes tomen esa decisión, que también dictarán contra los afectados una prohibición de regresar al país. Se podrán dar dos posibilidades para que actúe la nueva brigada: que el delincuente haya terminado de cumplir la condena impuesta por un tribunal español o que los convenios con otros países permitan que termine de cumplirla en su lugar de origen.

En la creación de la unidad ha influido la dificultad con la que se encontraban los policías para repatriar a individuos muy violentos y cuyo perfil criminal les hacía especialmente peligrosos. La brigada específica permitirá que esas repatriaciones sean prioritarias y que se realicen con mayores garantías y facilidades para la Policía.

Finalmente, y en lo relativo a los niveles de delincuencia, Camacho explicó que España es un país “muy seguro” y avanzó los datos provisionales de 2007, en los que se observa un descenso del 3,8% de la tasa de criminalidad.