La Unión Europea (UE) alcanzó ayer un principio de acuerdo para instaurar en Europa una “tarjeta azul”, que facilite la instalación en los Estados miembros a trabajadores de terceros países con un nivel de cualificación alto. Los acuerdos ministeriales establecen que podrán acogerse a la "tarjeta azulQ aquellos trabajadores extranjeros que perciban 1,5 veces el salario medio del país en el que hayan sido contratados, lo que en el caso de España se corresponden con unos ingresos brutos de 33.000 euros al año.

Los ministros de Justicia, que se reunieron en Bruselas, dieron así un renovado impulso a la iniciativa propuesta por la Comisión europea en octubre de 2007 que pretende dar réplica a la “carta verde” instaurada por Estados Unidos para estos mismos objetivos.

En aquellos sectores más demandantes de mano de obra cualificada, el salario a retener para satisfacer los requerimientos de la “tarjeta azul” se reducirá al 120% del medio. Además, se requerirán al menos tres años de formación universitaria para los candidatos a esta nueva catalogación laboral. Las “tarjetas azules” tendrán una duración máxima de 4 años.

Quienes las detenten tendrán derecho a las mismas condiciones sociolaborales que los residentes, y a facilidades para el acceso al mercado de trabajo de sus parejas. Tras 18 meses de estancia en un país de la UE, el trabajador podrá desplazarse a otro Estado miembro, con las mismas condiciones que las que le habían sido otorgadas en el primer país europeo de residencia.

La presidencia francesa pretende que el acuerdo de ayer sea formalizado en noviembre, una vez que la República Checa levante las objeciones técnicas que tiene aún antepuestas al proyecto de Directiva. Praga necesita garantizarse que la “tarjeta azul” no esté en vigor antes de 2011, cuando sus trabajadores verán eliminadas las reservas que les impiden moverse libremente por Alemania y Austria. Estos dos últimos países han aceptado no oponerse a la iniciativa, al haber aceptado la Comisión que la “tarjeta azul” conviva con los sistemas nacionales de incentivación para la contratación de extranjeros cualificados.

El Parlamento Europeo tendrá que emitir también su visto bueno a la propuesta de Directiva.

Hay que destacar que el Consejo aprobó igualmente el «Pacto sobre Inmigración», que la presidencia francesa presentó a los 27 el pasado mes de julio y que recibirá la luz verde definitiva durante la cumbre europea del próximo octubre.

CEOE reclama abaratar el despido

El presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, calificó ayer la actual crisis económica como “la peor que ha pasado el mundo occidental”, y abogó por que el Gobierno tome “medidas excepcionales” y “abarate el despido” si resulta imposible alcanzar dentro del diálogo social un pacto en este sentido. A su juicio, el Gobierno está para gobernar y deberá tomar “medidas excepcionales, ante problemas excepcionales”. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, evitó responder de forma directa a la propuesta de Ferrán, pero sí lo hizo desde EEUU el presidente Zapatero, quien aseguró que no reformará el mercado laboral sin los sindicatos y empresarios. El secretario de Acción Sindical de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, calificó de “ocurrencia fuera de tono” la petición y su homólogo de UGT, Toni Ferrer, aseguró que está “fuera de lugar” la demanda del titular de la CEOE, ya que el origen de la crisis económica “no es laboral, sino de falta de liquidez de las empresas”.