Demandan a la Diputación por los daños causados en un caserío próximo a un centro de menores
La propiedad, ubicada en Amorebieta, sufrió destrozos por valor de 155.000 euros que la institución foral se niega a asumir
El Correo,
,
26-09-2008
Un jubilado de 82 años ha llevado a los tribunales a la Diputación a causa de los destrozos provocados en un caserío de su propiedad, situado a escasos metros del centro de primera acogida de menores inmigrantes de Amorebieta. Los hechos se remontan a octubre de 2006. Por aquel entonces, la residencia registraba «problemas de saturación» y el Departamento de Acción Social buscaba a marchas forzadas nuevas instalaciones en las que poder atender al cada vez mayor número de menores no acompañados que llegan a Vizcaya. El centro de Zornotza, con capacidad para medio centenar de personas, había sido inaugurado hacía unos siete meses, pero se vio rápidamente desbordado y llegó a acoger a 86 chavales. En aquel contexto, seis jóvenes de origen marroquí fueron hallados por la Ertzaintza en el interior de una vivienda del barrio de San Antonio que, según la parte demandante, presentaba daños materiales por valor de «155.539» euros.
El propietario responsabiliza a la Diputación, que se niega a asumir el importe de los destrozos apoyándose en dos razones fundamentales. Por un lado, no responde por los cuatro chicos mayores de edad que fueron detenidos y que habían abandonado el centro recientemente. Y, por el otro, se apoya en un informe de la Fiscalía de Menores para asegurar que, si bien fueron «identificados en el interior del caserío», no existen pruebas que incriminen directamente a los dos menores con los sucesos denunciados.
Varios días en el interior
La primera denuncia se produjo el 6 de octubre, cuando todavía se estaban produciendo los allanamientos. Tras ser alertado por sus vecinos, el jubilado acudió a la Ertzaintza para alertar de que varios «jóvenes de origen magrebí» habían ocupado su vivienda. En su declaración añadió que tenía «constancia» de que los asaltantes llevaban «días» en el interior del inmueble, que utilizaba de forma ocasional. En ese momento, sin embargo, no sabía con precisión si los chavales habían producido daños en su interior.
Los agentes de la Policía autonómica decidieron comprobar el relato del hombre. Acudieron ese mismo día al caserío y en su interior hallaron a seis jóvenes, a los que procedieron a identificar. Dos de ellos eran menores de edad que en ese momento vivían en la residencia zornotzarra, mientras que el resto eran chavales de poco más de 18 años que, en la mayoría de casos, acababan de dejar el centro. Según la parte demandante, los chicos dijeron al ser detenidos «que vivían en la residencia».
Pocos días después, el propietario interpuso otra denuncia por los destrozos en su caserío, que se unieron a las presentadas por varios vecinos a los que les habían robado algunas gallinas. En la casa, había calefacciones arrancadas de la pared. Muchos armarios, puertas y cristales estaban rotos. El fregadero del baño había sido destrozado a golpes. La nevera y el microondas no funcionaban y, además, había desaparecido una televisión de 21 pulgadas.
Se produjeron diversas incursiones en el caserío. La primera vez los asaltantes entraron por una ventana; la segunda, por el tejado. Este boquete producido en el techo – denuncian – ha generado «importantes» problemas de humedades en gran parte de la casa.
En un primer momento, el propietario trató de llegar a un acuerdo amistoso. Su abogado se entrevistó con representantes del Departamento de Acción Social para hacerles llegar personalmente su posición y, según dicen, encontraron «buena disposición» en los responsables forales.
Poco después, sin embargo, recibieron un escrito en el que se desestimaban sus reclamaciones. El afectado decidió entonces acudir a los tribunales. Además de a la Diputación, también pide responsabilidades a la compañía de seguros Zurich. El caso, según explican, se encuentra ahora en el Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tras el recurso admitido a la parte demandante.
Incendio provocado
La Diputación, por su parte, considera que no debe responder por los jóvenes mayores de edad encontrados en el inmueble. En la actualidad, la institución foral cuenta con un servicio – Mundutik Mundura – que dispone una serie de pisos tutelados en los que los chavales se preparan para llevar una vida independiente. En 2006, sin embargo, no existían este tipo de equipamientos y muchos de los que cumplían los 18 años abandonaban el centro.
Esta es la razón que se esgrime en un informe del centro de Zornotza sobre los jóvenes presuntamente implicados. En el mismo, se dice que uno de ellos abandonó la residencia en abril de forma voluntaria y que otros lo hicieron el 5 de octubre, un día antes de los hechos denunciados, por ser mayores de edad. En este escrito también se dice que durante ese mes los vigilantes jurados tuvieron que expulsar «varias veces» del centro a jóvenes que se introducían desde el «citado caserío» para robar.
Por lo que se refiere a los menores, la Diputación se basa punto por punto en un informe de la Fiscalía de Menores para desestimar cualquier implicación de los dos chicos de 16 y 17 años que fueron detenidos. Según consta en su escrito, la presencia de estos en el inmueble se produjo como consecuencia de su «huida» tras un incendio provocado ese mismo día en el centro de Amorebieta «y no como derivado de los hechos denunciados».
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