Al menos 164 personas llegaron ayer por la tarde en un cayuco al puerto grancanario de Arguineguín, lo que elevó a 310 el número de inmigrantes que alcanzaron las costas canarias durante todo el fin de semana.

La última de las embarcaciones fue localizada a 170 millas de Gran Canaria en la madrugada de ayer y el estado de sus ocupantes era bueno, según informó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes), 112. El cayuco llegó al citado puerto en torno a las 23:00 horas.

De esta forma, Canarias recibió durante el fin de semana un total de 310 personas tras la llegada a Arguineguín (Gran Canaria) de la citada patera, que la embarcación “Conde de Gondomar” de Salvamento Marítimo remolcó tras localizarla.

La primera embarcación del fin de semana llegó, por sus propios medios, a las 5:49 horas del sábado a la playa La Garita, Haría (Lanzarote), y fue avistada por el presidente de Coalición Canaria (CC), José Torres Stinga, quien pudo ver cómo saltaban de la patera 15 inmigrantes.

Stinga indicó que las personas que se bajaron de la embarcación eran entre “12 y 15, entre ellos una mujer”.

Posteriormente, a las 09:20 horas del sábado arribó otro cayuco, éste al muelle de Los Cristianos, en Tenerife, después de que lo avistara un pesquero que navegaba por la zona. En dicha embarcación viajaban un total de 100 inmigrantes, todos varones, aunque 13 de ellos posibles menores.

En la mañana del sábado, llegó a Teguise (Lanzarote) otra patera, en esta ocasión iban 32 inmigrantes, entre ellos una mujer y un bebé.

Por otro lado, el Gobierno calcula que desde 2004 y hasta el pasado mes de mayo, un total de 179 personas han perdido la vida cuando intentaban entrar de forma clandestina a España, una cifra que contrasta con los cálculos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), que cifra en más de 350 los extranjeros fallecidos en pateras y cayucos sólo en este año.

La estimación del Ejecutivo, facilitada en respuesta a una pregunta parlamentaria del PP, no tiene en cuenta a los inmigrantes desaparecidos ni los fallecidos en aguas extranjeras, pues sólo se computan los cadáveres rescatados en las costas españolas.

Según los datos oficiales, el año más trágico fue 2004, cuando perecieron 81 personas intentando llegar a España de forma ilegal. Un año después, fueron 24 las víctimas mortales, que ascendieron a 28 en 2006 y a 36 en 2007. Entre enero y mayo de este año, el Gobierno ha contado una decena de fallecidos.

El presidente de APDH-A, Rafael Lara, afirmó que si bien es normal que en términos generales las cifras no coincidan porque la asociación computa a los desaparecidos y a los muertos en aguas africanas, la cifra de cuerpos recuperados que ofrece el Gobierno es “ridícula”, porque en el mismo periodo de 2008 la organización contabilizó más del doble de cadáveres en las costas españolas. “No entendemos a qué viene ese ocultamiento siniestro del drama de nuestras costas”, declaró.