Los sindicatos policiales con representación en la Jefatura Superior de Melilla exigen que tanto el ministro del Interior como el de Asuntos Exteriores eleven una protesta oficial a Marruecos por los hechos acaecidos el pasado jueves y que doten a los funcionarios de protección jurídica para evitar problemas al efectuar devoluciones. Al no reconocer Marruecos el territorio que separa a ambos países como zona internacional, aseguran, la entrada de los agentes españoles para hacer efectivas las repatriaciones plantea serios problemas.

Los representantes policiales se muestran profundamente inquietos por la integridad física de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que casi a diario devuelven a Marruecos ciudadanos expulsados de España por la frontera de Beni – Enzar, y más aún cuando algunos agitadores han amenazado con agredir a funcionarios o agentes que sean reconocidos en su país.

También están preocupados los sindicatos por el estado de salud del jefe de Fronteras, que fue asistido en un centro hospitalario tras ser agredido por un grupo de doscientos exaltados. Consideran que los sucedido no puede ser calificado como «un incidente menor», sino como un ataque en toda regla a las instituciones gubernamentales españolas ligadas a los tratados de Schengen. «Si esto ocurriera al contrario», aseguran en un comunicado, «el Reino de Marruecos hubiera calificado el asunto de conflicto diplomático internacional y, seguramente ya habría llamado a consultas a su embajador en España».

Nula colaboración

Sobre la «supuesta colaboración» de la Policía marroquí para solucionar los incidentes, los sindicatos añaden que los afectados «temieron seriamente por su vida e integridad física» porque los agentes actuaron con la «conocida pasividad mostrada en los recientes cortes de la frontera». «No hicieron nada», insisten, «ni tan siquiera a fecha de hoy proceder a la detención de los dos desalmados plenamente identificados».

En el comunicado agradecen los representantes policiales «la valerosa acción mostrada por un comerciante de Beni – Enzar que ante el cariz de los hechos dio cobijo en su establecimiento, con el fin de evitar el linchamiento a la comitiva oficial».