Un hombre muere y otro resulta herido grave en un tiroteo en un depósito de vehículos en Cheste
Tres individuos abrieron fuego contra las víctimas en lo que parece ser un ajuste de cuentas
Las Provincias,
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21-09-2008
Un hombre murió y otro resultó herido grave en un tiroteo que tuvo lugar ayer por la mañana en un depósito de vehículos en Cheste. Las víctimas se encontraban trabajando en el desguace de coches cuando fueron atacadas a traición por tres individuos en lo que parece ser un ajuste de cuentas.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las diez de la mañana. Los vecinos del lugar oyeron hasta seis disparos que en un principio confundieron con petardos.
José Peretó, de unos 70 años de edad, fue abatido a tiros en el recinto que regentaba desde hace 20 años en la carretera que une La Reva con Cheste. El hombre murió prácticamente en el acto sin posibilidad de defenderse ni pedir auxilio. La otra víctima, un albañil llamado Lucas, recibió dos disparos en la cabeza y el costado, pero consiguió llegar hasta la carretera.
Allí se topó con dos ciclistas. Uno de ellos se asustó al ver al hombre con el cuerpo ensangrentado; mientras que el otro, más estoico, socorrió a Lucas hasta que llegó la ambulancia del SAMU.
El albañil fue auxiliado también por un vecino de la zona, Francisco García. “Lo vi que se tambaleaba y le pregunté qué había pasado”, relata el testigo. “Me dijo que le habían disparado tres hombres y que Peretó estaba dentro”, añade.
Francisco entró en el depósito de vehículos para socorrer a la otra persona. La víctima estaba inmóvil en el suelo junto a un coche. “Tenía las manos amarillentas. Yo creo que ya estaba muerto”, asegura el vecino con el rostro cariacontecido.
Tras ser avisados por los testigos, varias patrullas de la Policía Local y Guardia Civil de Cheste acudieron con urgencia al lugar de los hechos. El polígono de la Cervatilla se llenó de agentes en pocos minutos.
Lucas, que presentaba heridas de perdigones en la cabeza, el brazo y el muslo, fue asistido por el SAMU y trasladado al Hospital La Fe.
Otro hombre que se encontraba en el depósito de vehículos salvó la vida al ausentarse unos minutos para almorzar con su mujer en una vivienda cercana. Esta persona ayudaba a José Peretó en tareas agrícolas en la finca. Minutos antes del tiroteo, el hombre abandonó el recinto y cuando regresó descubrió el trágico suceso.
“Me he salvado de milagro. Esos han matado a Peretó y luego han disparado a Lucas para no dejar ningún testigo vivo”, afirmó el amigo de las víctimas.
Una minuciosa inspección
Las primeras patrullas que llegaron al lugar acordonaron la zona para que los testigos no contaminaran la escena del crimen. Posteriormente, un equipo de guardias civiles expertos en la investigación de homicidios se hicieron cargo del caso. Los agentes realizaron una minuciosa inspección y recogieron vestigios que pueden ayudar a identificar a los asesinos.
Según el relato de los testigos, el crimen fue perpetrado por tres hombres de etnia gitana. Al parecer, los individuos huyeron de forma precipitada al creer que las dos personas tiroteadas estaban muertas.
La Guardia Civil intervino una escopeta de caza de José Peretó. La víctima había sufrido varios robos en los últimos años en su desguace, por lo que solía tener a mano el arma de fuego, según explicó un familiar del hombre asesinado. Las primeras investigaciones apuntan a un posible ajuste de cuentas como móvil del crimen, aunque no se descarta la hipótesis de un robo.
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