Y Colonia dijo 'no' al eurofascismo
El Mundo, , 21-09-200850.000 manifestantes asfixian un acto de la extrema derecha que pretendía denunciar la islamización de Alemania y de la UE La ciudad de Colonia ha hablado, alto y claro. No quiere en sus calles actitudes «pardas» que llamen a romper la convivencia de su millón de habitantes, entre ellos más de 120.000 de confesión musulmana. Y tampoco lo quiere para el resto de Alemania o de Europa. «Debemos convertirnos en un ejemplo», repetían ayer los políticos locales después de que 50.000 manifestantes asfixiaran literalmente un acto ultraderechista al que habían sido invitados simpatizantes de partidos europeos «hermanos», incluida una representación española.
Apenas habían transcurrido ayer 10 minutos de la concentración ultra en la amplia plaza Heumarkt del casco viejo colonés cuando la policía reconoció que la situación se le podía ir de las manos y decidió suspenderlo inmediatamente. Pese a que los convocantes de la lista Pro Köln, con cinco concejales en el Ayuntamiento, preveían la asistencia de unas 1.500 personas, apenas unas decenas se apretujaban en una esquina protegidos por un despliegue de 5.000 agentes. Todos los accesos estaban cortados desde primera hora de la mañana por miles de personas sentadas pacíficamente para evitar que nadie entrara a uno de los símbolos de la ciudad. En sus carteles se leía «Nazis fuera de Colonia» o «Colonia es de color, no parda».
En una memorable coincidencia, el Gobierno local, la oposición, las distintas confesiones religiosas, los sindicatos e incluso los empresarios hosteleros habían llamado a la población civil a rechazar el Congreso contra la islamización, que se ha celebrado este fin de semana en los locales de Pro Köln, dado que nadie había querido alquilarles otro lugar. Y para ello este conglomerado convocaba a los ciudadanos a protestar pacíficamente haciendo gala del espíritu carnavalesco y tolerante mayoritario en la ciudad.
«¡Idos a casa!»
Pese a que en gran parte lo lograron, con miles de disfraces y narices de payaso, eran ayer algunas decenas de los radicales de izquierda de Schwartze Block quienes mantenían en jaque con sus piedras a la policía y acabaron forzando la suspensión. Unos 300 militantes de extrema derecha quedaron atrapados en el aeropuerto con sus pancartas sin desplegar, ya que la línea de ferrocarril que comunica con la ciudad había sido saboteada con la destrucción de una señal, según confirmó Deutsche Bahn.
El congreso organizado por Pro Köln intentaba llamar la atención ante la supuesta islamización de Alemania, con pérdida de los valores locales, creación de sociedades paralelas, el uso de burka y velo entre las mujeres. En el trasfondo, la construcción de la mayor mezquita del país, aprobada finalmente por el Ayuntamiento en agosto tras meses de polémica. Si bien al principio se anunció la presencia en la ciudad de destacados líderes ultraderechistas como el francés Jean Marie Le Pen o el austriaco Harald Vilimsky, en las últimas horas se produjo una ola de deserciones.
El gran triunfador fue sin duda el alcalde de Colonia, el cristianodemócrata Fritz Schramma, quien ha sido el instigador más activo de la protesta ciudadana. «Advierto a todos los racistas, los ultraderechistas y los que quieran destruir la paz social que no les queremos aquí», señaló el regidor. Y, sin pelos en la lengua, el político conservador añadía: «Esa camarilla podrida de eurofascistas, esos Haider o Le Pen, ¡ahí está la puerta! ¡Idos a casa!».
Las actividades de protesta ya se iniciaron el viernes. Además de un concurso de danza del vientre y una manifestación de carnaval, muchos hosteleros habían colgado carteles de «Ni una cerveza para los neonazis», recomendando que no se sirviera ninguna kölsh – la variedad local – a quienes tuvieran aspecto de participar en el congreso ultraderechista.
Horas antes de empezar el acto en la plaza Heumarkt, la propia policía reconocía que tenían la obligación de asegurar la ce lebración del acto, aunque no estaban «dispuestos a abrir camino a porrazos». Desde Pro Köln, uno de sus dirigentes, Manfred Rouhs, anunciaba que se querellarán contra la policía por prohibir la concentración de ultraderechistas.
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