Un policía reconoce que abusó de una inmigrante prometiéndole 'papeles'
El Mundo, , 18-09-2008Un miembro del Cuerpo Nacional de Policía que en el año 2005 estaba destinado en la comisaría de Horta – Guinardó ha sido condenado a dos años de cárcel por haber coaccionado a una inmigrante, a la que propuso mantener relaciones sexuales a cambio de borrar sus antecedentes policiales para que no afectasen a la tramitación de su expediente de regularización.
Estaba previsto que el juicio se celebrara ayer en la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, pero previamente se llegó a una conformidad, mediante la que el agente reconocía los hechos, y a cambio se le condenaba a dos años de cárcel – que previsiblemente no cumplirá al carecer de antecedentes – ; otros dos de inhabilitación absoluta, y el pago de una indemnización de 12.000 euros a la mujer por daños morales – que ya ha saldado – , junto a la prohibición de acercarse a ella a menos de mil metros en tres años.
El caso se remonta al 28 de junio de aquel año, cuando fue detenida Clara Wendy C.D., una mujer ecuatoriana en situación de ilegalidad – aunque por entonces ya estaba tramitando el permiso de residencia – , y trasladada a las dependencias policiales de la calle Castillejos.
Allí permaneció desde las 13.00 a las 20.00 horas, y durante este periodo de tiempo conoció al policía procesado quien, «siendo conocedor de la circunstancia mencionada y consciente de la inquietud – de la mujer – por la repercusión que en la concesión de la autorización solicitada podría tener su detención, decidió aprovechar tal situación para satisfacer sus deseos sexuales», recordaba el fiscal en su escrito de acusación, en el que solicitaba ocho años de cárcel por estos hechos.
El policía le dijo a la mujer que «estuviera tranquila» ya que él podría solucionar el problema y evitar que su implicación en los hechos denunciados pudiera afectar a la resolución del expediente, «logrando de esta forma ganarse la confianza de la detenida», a quien pidió, y obtuvo, su número de teléfono móvil.
Al día siguiente, cuando la detenida ya quedó en libertad, el policía «decidió hacerla creer que, en su condición de agente de policía, tenía posibilidad de evitar» que la detención interfiriera en el permiso de residencia. Así, tras llamarla varias veces por teléfono, acudió al portal de su casa diciendo que quería hablar con ella. La mujer bajó al vestíbulo y él le dijo que mejor que ambos subieran a su casa para hablar «más tranquilamente», según el fiscal.
Fue entonces cuando le propuso mantener relaciones sexuales, a cambio de «borrar sus huellas», y pese a «ser consciente de su desamparo y de su angustia». La mujer aceptó, «agobiada por la situación vivida y la posibilidad de que sus expectativas de lograr regularizar su situación en España se vieran frustradas».Días más tarde, Clara Wendy denunció los hechos. Y poco después, consiguió la regularización por la vía de la legalidad.
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