El número de nacimientos de hijos de inmigrantes se multiplica por cuatro

ABC, E. V., 17-09-2008

VALENCIA. Cada vez hay más nacimientos gracias a la población inmigrante. Ésa es la principal conclusión del informe del Instituto Nacional de Estadística, que refleja que durante los últimos ocho años los nacimientos de padres inmigrantes se han multiplicado por cuatro. Así, el pasado año se produjeron un total de 11.825 nacimientos de madres extranjeras, esto es el 21,68 por ciento del total, y de estos la mayoría son de origen suramericano.
Tras Cataluña (21.563) y Madrid (19.017), la valenciana es la tercera con mayor número de nacimientos de niños de padre o madre extranjero.
El aumento de los nacimientos lleva implícito el incremento de las nacionalizaciones, ya que los hijos de inmigrantes nacidos en territorio español podrán optar a la nacionalidad. De este modo la Comunidad Valenciana se encuentra entre las regiones donde más se han incremento las nacionalizaciones en los últimos años, más de un 40 por ciento, situándose alrededor de las 4.000 anuales.
En este sentido, de acuerdo a la población extranjera residente en la Comunidad son los colombianos, bolivianos y ecuatorianos los que podrán optar a la nacionalidad española de acuerdo a lo establecido en el Código Civil.
El Código fija que son los argentinos, bolivianos, colombianos, costarricenses, cubanos, chilenos, ecuatorianos, guineanos, marroquíes (madre marroquí y padre conocido apátrida o que no transmite su nacionalidad al hijo), palestinos apátridas, peruanos, saharauis apátridas, suizos, santotomenses, venezolanos, los que podrían solicitar la nacionalidad española de sus hijos nacidos en el territorio, siempre y cuando no estén de paso. Dado este incremento del número de nacionalizaciones, el Plan de Inmigración y Convivencia contempla un conjunto de medidas destinadas a la integración de la familia, la infancia y la juventud. El objetivo es la integración.
Entre estas, destacan aquellas que fomentan de la participación de las familias inmigrantes en el proceso educativo de sus hijos y en las actividades que se desarrollan en la comunidad educativa, la sensibilización entre los menores de los aspectos positivos de las sociedades de acogida, la integración de los menores a través de la creación de espacios comunes para actividades deportivas o de ocio, así como el desarrollo de programas específicos que faciliten su transición de la escuela al mundo laboral.

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