Ocio / Aventura
«Me ha gustado sufrir»
El Mundo, , 13-09-2008Regresan de Senegal los 100 expedicionarios de ‘Madrid Rumbo al Sur’ Felix, el padre de Marina, de 17 años, se lo dejó bien clarito a su hija el pasado día 19 de agosto, cuando partió junto a otros cien jóvenes madrileños camino de Mali y Senegal: «Mi grado de felicidad dependerá del grado de suciedad con el que llegues. Cuanto más sucia, mejor». Sucia no llegó ayer Lucía. En el centro salesiano de Dakar Yoff, un barrio marginal de la capital de Senegal, los chavales hallaron el miércoles la ducha que tanto les faltó los días anteriores, cuando las marchas y recorridos en autobús a más de 30 grados y rozando el 90% de humedad les ayudaron a conocer «el valor de un vaso de agua».
Cuando Marina empiece a relatarle a su padre su aventura y vea sus moratones, ésos que según ella «van y vienen, pero que más da», le hable de aquella caminata en el País Dogón de 20 kilómetros bajo un sol abrasador, de las tormentas tropicales que calaron sus huesos, de diarreas y fiebres, de mosquitos perforando su piel día tras día, se dará por satisfecho. «Acostumbrada a la cómoda vida de Madrid, nunca lo había pasado mal, pero me ha gustado sufrir. No está tan mal», dice.
«Regreso yo misma, pero diferente», resume Marina. En las caras de los chicos, en sus palabras, se percibe que nada será lo mismo después de este viaje. Tras lo visto y palpado, seguramente le saquen ya una cabeza a sus compañeros de generación en valores como humanidad y solidaridad. «Ahora entiendo la inmigración», «con muy poco se puede vivir y ser la persona más feliz del mundo» o «no volveré a quejarme por no tener ropa nueva» son frases que los chicos repiten una y otra vez. Pueden sonar a huecas pero no lo son.
«Ha sido un viaje muy duro, pero hemos visto sitios increíbles, como el País Dogón o Cassamance. Hicimos un recorrido por el río Níger espectacular. Los chavales se han adaptado muy bien. Han aprendido cosas sobre los demás y sobre ellos mismos», explica Telmo Aldaz de la Quadra, padrino de este viaje solidario, organizado junto a la Comunidad de Madrid.
Los jóvenes han visitado proyectos desarrollados en hospicios de ONG’s, comunidades y centros religiosos por el Gobierno regional, que en Senegal invertirá en los próximos años 1,4 millones de euros. «Es un orgullo para los madrileños trabajar con una mujer que representa la lucha por la libertad y los derechos de las mujeres», explicó Carlos Clemente, viceconsejero de Inmigración y Cooperación, el día que junto a Khady Koita, luchadora infatigable contra la ablación, puso la primera piedra en Thies de un centro de acogida y formación.
Durante este viaje, la Fundación del Atlético de Madrid y el proyecto Un juguete, una ilusión, de RNE y Aprender Jugando, también aportaron su grano de arena regalando miles de juguetes y equipaciones deportivas.
«Si pudiera repetir, repetía el próximo año», coincidían ayer en decir la mayoría de expedicionaros, recibidos en el aeropuerto de Barajas al grito de «¡campeones!».
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