| EFE

Después de EE.UU.

España, con 388.600 personas, fue en el 2006 el segundo país de los 30 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en recepción de inmigrantes legales con carácter permanente,  detrás de los 1’266.300 de EE.UU., según el informe anual sobre migraciones de la entidad.

El número de entradas de inmigrantes en España aumentó ese año en el 27% respecto al 2005, el porcentaje de subida más importante después de los de Portugal (118% con 25.100 inmigrantes), Eslovaquia (47% con 11.300), Suecia (38% con 74.000), e Irlanda (34% con 88.900), indicó la OCDE en su estudio.

El peso de España como receptor de inmigrantes fue superior en el 2004, cuando 403.000 personas entraron legalmente en el país para instalarse de forma permanente.

Si el aumento de la población en España el 2006 fue el segundo más elevado de la OCDE (1,7 por 1.000), lejos del 0,6 por 1.000 de media en la organización, se debió en más del 90% a la aportación de la inmigración.

Según los autores del estudio  de OCDE, de mantenerse los ritmos migratorios observados en el periodo 2001 – 2005, España se convertiría en el segundo país, de nuevo tras Irlanda, entre el 2005 y 2020, en que más progresaría su población en edad de trabajar (+22% aproximadamente).