Aunque suele ser el problema más habitual, no en todos los colegios andan escasos de plazas. El centro de Arrizkozubi, en Ugao – Miraballes, las tiene todas disponibles. Está vacío desde que hace ocho meses los alumnos de Primaria regresarán al ampliado centro Leitoki, situado en el centro del municipio. Arrizkozubi, que está en pleno monte y se usó temporalmente mientras duraron las obras en el otro colegio, ha quedado ahora a la espera de ser ocupado.

Y tanto el Gobierno vasco como el Ayuntamiento quieren hacer uso de él. El Ejecutivo anunció el curso pasado que probablemente derivaría aquí a una quincena de menores inmigrantes que no tienen sitio en el complejo destinado a tal fin en Iurreta. La idea del Gobierno vasco era que estos chavales acudieran por la mañana al centro de Miraballes y regresasen a sus casas a dormir. Pero ningún inmigrante ocupará las aulas de Arrizkozubi. Al menos «por el momento», garantizan.

La demanda de plazas no ha sido tan alta como esperaban desde Educación y, por ahora, bastará con el colegio de Iurreta para acoger a estos alumnos. No se descarta, sin embargo, que si durante el año se registra una avalancha de nuevos inmigrantes , sean trasladados a Miraballes «porque no se les puede dejar sin escolarizar». De ahí que el Gobierno vasco quiere mantener el centro vacío «por ahora».

Si pasa el tiempo y no se necesita hacer uso de él es probable que estudie la petición del Ayuntamiento de ceder este local para ser utilizado como centro socio – cultural. «Educación se comprometió a devolvernos el colegio si no lo necesitaban», recuerdan desde el Consistorio. En todo caso, la única decisión que hay tomada por ahora es que Arrizkozubi arrancará el curso sin alumnos.

Sin sitio en el comedor

Donde hay más estudiantes que pupitres es en el colegio de Arrigorriaga. El problema se ha localizado en cuarto de Primaria. Para este nivel hay tres aulas con capacidad para 25 alumnos, es decir, caben un total de 75. El problema es que este año hay 76 chavales de cuarto – 71 que han pasado desde tercer grado y cinco repetidores – . Como no caben en las tres clases, se ha habilitado otra, de manera que los alumnos estudiarán en cuatro aulas – se ha contratado un cuarto profesor – y se redistribuirán equitativamente en número.

Al excedente de alumnos en clase se ha hallado solución, pero lo que aún está pendiente es cómo dar respuesta a la demanda de plazas de comedor, que supera la oferta. Padres de alumnos de Arrigorriaga han vuelto a dejar oír sus críticas por lo pequeño que se queda el comedor del centro. Los niños a los que el Ejecutivo vasco tiene que garantizar plaza – los que residen lejos y necesitan usar transporte y los que tienen beca – disponen de hueco fijo, pero no hay sitio suficiente para los que se quedan a comer esporádicamente.