TOLOSA. DV. Pintar hacia dentro del propio cuerpo, muy dentro de la epidermis, y salir proyectado después hacia afuera, hacia el exterior, hacia el mismo cosmos. Células y planetas. Tan cerca y tan lejos, curiosamente a veces tan parecidos en formas y colores.

El artista turco afincado en Tolosa, Sükrü Karakus, propone en su última exposición un apasionante viaje «macro – micro», como le llama él, un viaje interior – exteriorque empieza en el cuerpo humano, recreando pequeños y grandes organismos llenos de vitalidad, de movimiento, de fuerza, impregnados de fuertes colores.

Sükrü – que anda estos días atareado ejerciendo de traductor para el futbolista turco de la Real Sociedad – , inaugura este viernes, a las 19.00 horas, en el palacio Aramburu, esta exposición llamada Turquesa, en la que tiene depositadas grandes esperanzas, y que podrá verse hasta el 9 de octubre. «Quizás sea mi muestra más ambiciosa. Nunca dejo de buscar estilos y caminos, pero me siento muy cómodo en este último que acabo de encontrar», confiesa el artista.

En Aramburu se podrán ver cuadros acrílicos sobre tela, en los que abundan los glóbulos de diferentes tamaños, las células, las arterias, los conductos, en fascinantes series repetitivas… que también acaban asemejando astros, asteroides, nubes… Algunas composiciones, inconsciente o conscientemente, pueden incluso evocar ciudadades turcas y los colores son una «mezcla del turquesa de mi país y del verde de Euskadi», dice el pintor.

Sükrü, en el fondo, sigue ahondando en un concepto que la apasiona y obsesiona, que inevitablemente está presente en toda su obra. Nos referimos al concepto cerca – lejos, una reflexión que tiene mil variantes: aquí – allí, planetas – células, verde – turquesa…, pero que finalmente trasciende fronteras y acaba invocando la plena universalidad, la superación de fronteras y países, la armonía, el origen mismo de la vida, la naturaleza…

Luna, agua, viento

Y si no, observemos los nombres de algunos de los cuadros de esta exposición: luna, agua, viento, tierra, sol, semilla, planta, a vista de pájaro, el planeta rojo, el mundo, espacio turquesa, agua turquesa… Paisajes oníricos y mágicos en muchos casos. Irreales, que no existen. ¿O sí?

La exposición de Karakus también incluye varios dibujos hechos a lápiz y acuarelas sobre papeles, en los que se participa de ese concepto de ir y venir oscilante, caleidoscópico, con trazos repetitivos que acaban por atraparte de manera irremediable.

A favor de Sos Racismo

El crítico turco Yalçin Sadak define a la perfección lo que representa este viaje que nos propone Sükrü: «Cuando el ojo del espectador se cree rodeado por dentro, al mismo tiempo se situará arrojado fuera, donde se confronta y también se pierde. El artista propone una mirada de ir y venir mareante, y entonces al receptor no le queda otra posibilidad que incluirse en ese mareo».

Sükrü quiere subastar dos de sus cuadros y donar los fondos a Sos Racismo. Y desea montar la subasta con música en directo. En la inauguración habrá lunch servido por el cocinero Roberto Ruiz, que ya colaboró con el pintor en la cena turca celebrada con éxito en el restaurante Frontón.