Uno de cada dos niños de origen inmigrante no europeo (sin contar por tanto con rumanos y búlgaros) se encuentra en situación de pobreza, según el estudio elaborado por la Obra Social de Caixa Cataluña.

En lo que respecta a los aspectos generales del estudio, el documento destaca que actualmente el riesgo de exclusión económica se concentra en dos etapas vulnerables de la vida de una persona: infancia y ancianidad. Niños y personas mayores son los dos grupos que presentan tasas más altas de pobreza moderada (24 y 31% respectivamente), aunque en la infancia la forma de pobreza es más intensa (pobreza alta y severa), unos hechos que se vinculan con el mercado de trabajo y la composición del hogar.

En este sentido, los resultados del informe evidencian que las condiciones de vida de la población extranjera respeto a la autóctona constituye uno de los principales riesgos de fractura social. Y en lo que respecta a los niños destacan que la mitad de los menores de origen inmigrante, no europeo, viven en situación de pobreza moderada (52%), proporción 2,5 veces superior a los menores pobres de origen español. Entre los menores inmigrantes también son muy elevadas las tasas de pobreza alta (32%) y severa (28% ).

Y es que las cifras muestran una gran diferencia entre el 17% de los hombres nacido en España que viven en la pobreza y en 26% que se calcula no cuentas con recursos para subsistir y son inmigrantes nacidos fuera de la UE-25. En el caso de las mujeres, se contabiliza que un 21% de las mujeres españolas viven en la pobreza, frente a un 24% de las inmigrantes.

En lo que respecta a las tipologías más intensas de pobreza (alta y severa) la brecha se incrementa aún más. Así el 6% de hombres de origen español y el 7% de mujeres sufren pobreza alta; en el caso de las personas nacidas fuera de la UE, la pobreza es el doble (12 y 14%, respectivamente).