Pide al Gobierno «un equilibrio» entre los flujos migratorios y la estabilidad de los trabajadores El alcalde del municipio almeriense de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, ligó ayer el brote de violencia desatado desde la noche del pasado sábado en el barrio marginal de las 200 Viviendas al contexto de crisis económica que padece el país.

Amat trató de esclarecer las causas de la violencia y pidió al Gobierno «un equilibrio» entre los flujos migratorios y la estabilidad de los trabajadores.

El primer edil del PP vinculó los tristes sucesos con la precariedad económica de una población que sufre especialmente las consecuencias del desempleo. Amat se preguntó qué haría «cualquier ciudadano que llega a un país nuevo, tiene que dar de comer a su familia y no tiene la posibilidad de trabajar». En este sentido, consideró que «le corresponde al Gobierno» poner las medidas para resolverlo.

La crisis «no ha hecho sino empeorar la calidad y la situación vital de los ciudadanos foráneos que vienen a ganarse la vida», afirmó el alcalde, quien detalló que en los últimos cuatro años en el municipio de Roquetas ha aumentado «un 40% las personas de otros países».

Con más de 25.000 inmigrantes censados, lo que supone un 30,95% de su población, el regidor municipal pidió «tranquilidad, sosiego y que demuestren que la convivencia que ha imperado siempre en Roquetas se sigue manteniendo».

Al Gobierno le reclamó «tomar medidas oportunas para buscar la estabilidad de todos; de los ciudadanos de Roquetas y de los que vienen de otros países». Según sentenció, al Ejecutivo de la Nación le corresponde esa «obligación».

Por otra parte, reconoció la compleja situación de marginalidad del barrio, donde la muerte de un senegalés en una reyerta provocó la ira de decenas de subsaharianos, que en los últimos días han incendiado contenedores y apedreado a las fuerzas de seguridad, con el resultado de ocho personas detenidas y cuatro agentes heridos.

Refuerzo de agentes

El alcalde descartó la hipótesis de un «brote racista» y pidió más atención por parte del Gobierno para garantizar la seguridad en la zona. Por este motivo, ayer se reunió la Junta Local de Seguridad, con presencia del subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, que garantizó la presencia de más de un centenar de guardias civiles en la zona «hasta que la situación vuelva a su cauce».

Si bien, las autoridades municipales se han reunido con los líderes de los colectivos de inmigrantes para pedir «tranquilidad y calma a sus compatriotas». Ante las puertas de la Casa Consistorial, el primer edil de Roquetas se dirigió a los cerca de 200 inmigrantes concentrados y les garantizó que se hará justicia con el senegalés muerto. «Tenemos que dejar que la policía haga su trabajo y esclarezca los hechos», aseveró.

Mientras, las Fuerzas de Seguridad buscan fuera de la provincia al presunto autor del homicidio, que sigue en paradero desconocido aunque está identificado.