Lágrimas por In Sil Oh
Canarias 7, , 07-09-2008“Perdón por no poder proteger a su amiga”. Esta fue la frase más repetida en todas las intervenciones de los representantes de la Comunidad Coreana en Gran Canaria durante el acto de luto en memoria de In Sil Oh, la niña asesinada hoy hace una semana en el barrio capitalino de La Isleta.
Estas palabras iban dirigidas a los más pequeños de la Comunidad que hoy tenían una cita en el Colegio Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, para asistir a la inauguración oficial del curso de la Escuela Coreana que imparte sus enseñanzas todos los sábados en este centro. Un acto, al que la menor In Sil Oh no ha podido asistir.
La niña, de 11 años, apareció muerta el pasado sábado en su domicilio de la capital grancanaria. Como presunto autor fue detenido el jueves el ciudadano coreano, con residencia en esta capital, Sang Ok Lee, quien desde anoche se encuentra ingresado en prisión por orden del magistrado del Juzgado número 1 de Las Palmas. El presunto asesino está imputado de los delitos de homicidio, agresión sexual y robo.
El cariño, respeto, dolor y consternación que sienten sus conciudadanos por esta pérdida quedó patente desde el comienzo de la llegada de los coreanos al centro educativo. Vestidos de luto riguroso, rostros serios, lazos negros en las solapas y muchas coronas de flores que fueron colocando alrededor de una imagen de la niña.
Nada más comenzar el acto con las palabras del presidente de la Junta del Colegio Coreano, Yoon Sang Kim, las lágrimas aparecieron en los rostros del centenar de asistentes al acto. En su intervención, Yoon Sang, manifestó la repulsa que sienten todos ante el asesinato de la menor y la “mucha responsabilidad” por su muerte. Como miembro de la comunidad coreana, presidente de la Junta y como “un padre que cuida a sus hijos” pidió perdón a In Sil, quien "no pudo terminar de florecer en la vida”.
Expresó su “vergüenza” ante los estudiantes por “no poder protegerla” e hizo un llamamiento a que todos los adultos “estemos atentos” para que no vuelva a ocurrir “semejante barbaridad”.
Su mejor amiga, Jeny, intervino para expresar la pena que sienten todos sus compañeros ante esta pérdida y deseó que In Sil Oh “esté en el cielo y nos mire desde allí como un ángel de la guarda”. Tras su intervención, visiblemente emocionada y acompañada de toda la comunidad colocó una foto de la niña en el aula a la que habitualmente asistía a recibir sus clases de cultura coreana.
Ante dicha imagen fueron pasando cada uno de los presentes y colocando una flor blanca, un acto tradicional en los actos de luto de esta comunidad.
Agradecimiento a la policía. Woo Sung Chang, presidente de la comunidad coreana en Las Palmas, manifestó ante los medios su agradecimiento ante la diligencia de la Policía Nacional para detener al presunto culpable. “Nos sentimos contentos por esta detención” aunque también pidió discreción “porque aún existe el secreto de sumario” y “debemos esperar a que se esclarezcan todas las circunstancias”.
Chang reconoció no haber mantenido ningún contacto con la familia del detenido y afirmó que “nuestro corazón está al 100 por cien al lado de la familia de la niña fallecida”. Lo ocurrido es “una tragedia” sin igual en los cuarenta años que lleva la comunidad coreana en Gran Canaria, donde se sienten plenamente integrados.
Muestra de ello han sido las numerosas condolencias que le han llegado a los miembros de la comunidad coreana de parte de todos los sectores de la sociedad canaria. Ante esta respuesta, Woo Sung Chang aprovechó la presencia de los medios para agradecer las muestras de cariño y solidaridad de Gran Canaria por la muerte de la niña.
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