Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración

"No tiene sentido buscar albañiles en Rabat si los de aquí están en paro"

La Vanguardia, JORDI BARBETA , 07-09-2008

Esta semana se ha conocido el dato: E en los últimos doce meses el censo de parados ha aumentado en medio millón de personas. Y este jueves, un cayuco llegó a Canarias. Perecieron 14 inmigrantes en el intento de empezar una nueva vida en Europa. En estas circunstancias, Celestino Corbacho Chaves (Valverde de Leganés, 1949), un catalán de Extremadura, se ha hecho cargo del Ministerio de Trabajo e Inmigración y acaba de protagonizar la primera gran controversia de la legislatura con su anuncio de restringir la contratación de trabajadores extranjeros en origen.

Con la que está cayendo, debe de añorar la placidez de la alcaldía de l´Hospitalet…

El momento, sin duda, es complejo y difícil, pero ante la dificultad no me arredro, sino todo lo contrario. La crisis vamos a superarla y vamos a superarla desde el ministerio. Hay que ser conscientes de que vamos a tener unos meses duros, pero también es cierto que tenemos delante buenas oportunidades y vamos a aprovecharlas todas.

La dureza, por lo visto, empieza con los inmigrantes…

Efectivamente, la última Encuesta de Población Activa señala que la tasa de paro de los españoles es del 9,34%, y la de los extranjeros, del 16,46%.

Pues esta semana se le ha reprochado escasa sensibilidad con el colectivo.

Es posible que no me haya explicado bien, pero también es evidente que hay a quien le gusta coger el rábano por las hojas. He sido el primero en plantear medidas para recolocar a los inmigrantes que mayoritariamente han perdido su empleo en el sector de la construcción. Lo que yo he dicho es que mientras aquí tengamos albañiles magrebíes, ecuatorianos o españoles en el paro, no tiene sentido ir a buscar más albañiles a Rabat o a Quito.

Entonces, ¿en qué consiste exactamente su iniciativa?

A la hora de elaborarse el futuro catálogo de profesiones de difícil cobertura y de establecer el contingente de contratación en origen, se tendrá en cuenta la realidad del actual mercado laboral español.

Alguien ha recordado que el concepto de la “preferencia nacional” es una idea de Le Pen… Es una comparación con voluntad ofensiva. Cualquier iniciativa que emprenda este ministerio va a tratar por igual a todas las personas que estén en situación de desempleo, independientemente de su origen.

¿No se ha sentido desautorizado por la vicepresidenta del Gobierno?

Al contrario. Lo que ha dicho De la Vega lo comparto al 100%. Habrá toda la contratación de origen que haga falta, pero ninguna que no sea necesaria. Es posible que determinados puestos de trabajo al final no se cubran. Catalunya es un ejemplo. Es la comunidad que en estos momentos está generando más desempleo. Pero mientras pasa eso, la consellera de Salud dice que faltan médicos. Es evidente que no podemos hacer un curso de parados para eso.

¿Y qué hay de los trabajadores de temporada?

Estoy de acuerdo con los sindicatos agrarios. Tienen una especificidad que obligará a recurrir, mayoritariamente, a la contratación de trabajadores extranjeros, pero estamos pensando fórmulas de concatenación…

¿Qué pretende concatenar?

La vendimia, la recogida de la fresa en Huelva, las aceitunas en Andalucía y Extremadura… Funcionamos demasiado por compartimientos estancos y hay que buscar un recorrido de tal manera que una persona pueda empezar la temporada en Andalucía y acabarla en Castilla-la Mancha. Deberíamos incentivar la movilidad con ayudas económicas y contribuir a que esos puestos de trabajo puedan ser de mayor interés para todos los trabajadores.

De hecho, usted también es partidario de incentivar el retorno de los inmigrantes a sus países de origen…

Bueno, yo creo que es una oportunidad que se brinda a algunos. No para las familias con residencia permanente, pero quizá sí para las personas que no han hecho la reagrupación familiar, se han quedado en paro y no tienen expectativas de encontrar trabajo a corto plazo. Con 9.000 euros y una experiencia profesional adquirida, quizá en su país de origen se les abre una perspectiva de más largo recorrido.

¿Tiene algún dato sobre el grado de aceptación?

El decreto ha levantado una expectativa considerable en el colectivo inmigrante, y mi intención es aprobarlo en octubre. Nuestra previsión no anuncia un retorno masivo, pero creemos que se podrían acoger a la medida de 10.000 a 15.000 personas.

Suerte que no había crisis, porque si llega a haberla…

Afortunadamente, España tiene una red de protección social muy importante. Una persona que pierda el empleo ya no se hunde.

¿Ah, no?

Existe una red de seguridad que le protege de caer al suelo. No se queda sin nada. De lo que se trata es de procurar que dependa de esa red el menor tiempo posible. Ha habido más de un millón y medio de mujeres que se han incorporado en los últimos años al mercado laboral. Hoy una familia suele ingresar varios salarios, y eso es lo que hace también que si uno de sus miembros se ve afectado por la crisis, la familia resiste ahora mejor que antes.

Usted dice que va a superar la crisis desde el Ministerio de Trabajo. ¿Qué puede hacer usted más que el vicepresidente Solbes, el Banco Central Europeo o la Reserva Federal?

La crisis tiene un componente internacional y sólo con una política internacional se sale de la crisis. Ahora bien, aunque todos podemos hacer mucho menos de lo que los ciudadanos creen que podemos hacer, todos podemos y debemos actuar. Ha de haber propuestas y gobernación. ¿Cómo se sale de la crisis? ¿Cómo se convierte la dificultad en oportunidad? Cambiando el modelo productivo de España con reformas estructurales.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, apostar por sectores relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente. España es un país muy dependiente energéticamente hablando, por lo tanto hemos de intentar librarnos progresivamente de esa dependencia. Introduzcamos elementos de energías renovables en el parque de viviendas y en el futuro no contaremos cuántos pisos nuevos se han construido, sino cuántos pisos se han rehabilitado. Y con ello habremos matado dos pájaros de un tiro.

¿No se ha desaprovechado la época de las vacas gordaspara acometer las reformas? Cuando las cosas van bien se dice que nos abstengamos de intervenir, y cuando van mal se nos reprocha no haber intervenido. El Gobierno tiene que anticiparse y reorientar acciones políticas, presupuestarias, fiscales, pero un mercado tiene al final su propia dinámica.

El PP ha presentado un alud de propuestas para hacer frente a la crisis. ¿Podría argumentar por qué cree que este Gobierno será más eficaz en la lucha contra la crisis que otro del Partido Popular?

Porque este Gobierno no hará lo que intuyo que haría el PP: rebajar políticas sociales para poder rebajar los impuestos y congelar los salarios.

¿Y la receta del PSOE?

Mantener las políticas sociales y propiciar la moderación, no la congelación salarial. Se tiene que moderar el salario de 80.000, porque el de 1.000 ya es intrínsecamente moderado.

No prevé ninguna congelación salarial…

Sólo de los cargos públicos electos. Creo que la congelación salarial nos llevaría a un incremento de la conflictividad y a una recesión mayor en el consumo. Sí que pido comprensión a las partes y negociaciones sensatas de los convenios colectivos. No es un año para grandes aumentos, porque es más prioritario generar puestos de trabajo que lograr un 0,25% más de sueldo.

Todas esas medidas que se tienen que tomar tendrán que ser reflejadas en los presupuesto del Estado, que supongo que usted votará a favor…

No.

¿Cómo que no?

Yo no voto. No soy diputado.

Sí. Usted vota en el Consejo de Ministros. Sé que es un poco insólito preguntarle a un ministro si votará los presupuestos del Estado, pero usted sabe por qué se lo pregunto, ¿verdad?

El diputado Sánchez Llibre tuvo un punto de sinceridad y dijo en TV3: “Si todos los partidos catalanes nos unimos y tumbamos los presupuestos, haremos caer al Gobierno de Zapatero”… ¿Unidad de las fuerzas políticas catalanas para que caiga Zapatero y vengan Rajoy y Artur Mas? Ningún socialista se apunta a eso.

En el asunto de la financiación autonómica, ¿en qué bando está?

Yo estoy del bando de una buena financiación, justa para Catalunya, que corrija los déficits del modelo actual, que es el fruto de un pacto de CiU con el PP.

El cambio lo dispone el Estatut d´Autonomia.

Si nadáramos en la abundancia, no habría tanta prisa… Catalunya necesita una nueva financiación porque lo dice el Estatut, pero sobre todo por la insuficiencia del sistema. Hay que corregir dos cosas: Primero, la población. No puede Catalunya tener un millón y pico de habitantes más y que eso no repercuta en la financiación. Segundo, como muy bien explica el conseller de Economia, Catalunya pierde demasiadas posiciones cuando ejerce la solidaridad, y eso no es justo.

El acuerdo se presenta difícil, por no decir imposible…

Habrá acuerdo y bueno.

No es eso lo que se desprende de los últimos discursos del president Montilla.

Montilla esta haciendo lo que tiene que hacer como president de la Generalitat: defender Catalunya y a los catalanes por encima de cualquier otra cosa. Eso le dignifica.

Usted fue alcalde y ahora ministro, y el president Montilla fue alcalde, luego ministro y ahora president. ¿El hábito hace al monje?

Formamos parte de un mismo proyecto, pero tenemos responsabilidades diferentes.

Usted era hasta hace cuatro días alcalde, y el Gobierno al que pertenece va a congelar la financiación local. ¿Le parece bien?

La financiación local necesita una reforma para asegurar que los ayuntamientos tengan recursos para sufragar los servicios que prestan, y en esa labor está el Gobierno de España, pero este año todos nos tenemos que apretar el cinturón, incluso los ayuntamientos.

¿No tiene usted el corazón partido?

No, no, mi corazón por suerte lo tengo bien entero. Creo que aquí hay una discusión que interesa a todos los demás, pero que no vamos a participar en ella: la división del socialismo. Quémense ustedes, divídanse y acaben con el gran proyecto de progreso en España…

¿Es más importante el proyecto socialista que la financiación de Catalunya?.

No son incompatibles. CiU siempre se ha llenado la boca con la defensa de Catalunya y negoció un sistema de financiación insuficiente. No hay que estar cada día haciendo declaraciones de fe para defender los intereses de los ciudadanos, pero el PSC defenderá Catalunya porque Catalunya es la razón de ser del PSC. Pero la Catalunya global, no sólo la identitaria. La Catalunya de los siete millones y medio de ciudadanos. Y quien la está defendiendo mejor que nadie es su presidente. Y este ha dicho varias cosas, y, a veces, nos quedamos sólo con una de ellas.

¿A qué se refiere?

Para Montilla, lo primero es Catalunya, evidentemente, porque es su president. Pero lo segundo que dijo fue: no nos levantaremos de la mesa porque vamos a seguir negociando hasta conseguir un buen sistema de financiación, y que nadie me busque con el único objetivo de hacer caer a Zapatero.

O sea, descarta el voto del PSC contra los presupuestos. ¿Pero qué debe hacer el PSC si el presupuesto no incorpora sus criterios de financiación?

Esa es una hipótesis que no contemplo.

Cuando antes le preguntaba de qué parte está, sí tenía el corazón partido y es porque usted tiene dos presidentes…

Yo no tengo dos presidentes. Yo tengo un presidente y un primer secretario.

¿Usted es un enviado del primer secretario?

No. Yo soy ministro porque me nombró José Luis Rodríguez Zapatero. Me dio la confianza y es el que tiene la potestad jurídica para mantenerme en el cargo o destituirme. Por lo tanto, mi lealtad institucional se debe a la mesa del Consejo de Ministros. Eso no puede ser de otra manera, no hay otras lealtades a otros sitios. Me remito a la promesa que hice cuando tomé posesión. Dicho esto, añado que soy miembro de la ejecutiva del PSC, milito en el partido desde hace 30 años y participaré en los debates y, en última instancia, mi referencia como militante es mi primer secretario…

Entonces, desde esta posición tan complicada…

De complicada, nada. Duermo perfectamente por las noches. Estoy absolutamente convencido de que el president Montilla y el presidente Zapatero acordarán un sistema de financiación que marcará el principio de un proyecto de futuro mejor para Catalunya.

Este verano alguien le descubrió almorzando de incógnito con el ex president Pujol…

No compartimos ideología, pero nos hemos profesado siempre un gran respeto y coincidimos en la necesidad de afrontar el fenómeno de la inmigración con realismo y con rigor.

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